María Fernanda se encontraba recogiendo sus cosas del escritorio, había terminado su jornada laboral y era hora de volver a casa. Se retiro de su escritorio y tomó el ascensor, volteó a ver el espejo de este mismo y vio de nuevo el espíritu del edificio, alguien tranquilo que no la aterraba,al contrario, la aliviaba. Al salir del edificio, empezó a caminar por las calles de la ciudad, viendo a las personas pasar, los colores de los autos y oliendo el aroma de la comida cercana.
Su tranquila caminata fue interrumpida por el empujón de un hombre de un hombre más alto que ella, cabello rubio y un par de ojos cansados color avellana; ella cayó al piso, observándo al hombre alejarse, su mirada volteó a una cajita que estaba a su lado. Ella recogió la caja, pensó que era del hombre que la tiró al piso, pero cuando quiso devolver la caja, el hombre ya no se encontraba por ningún lado. María Fernanda retomó su camino a casa, preparo la cena, cuando estaba cenando, vio la caja y decidió ver que había dentro, solo era un dedo, un dedo que se veía raro, tal vez es un juguete extraño, pensó ella. Término su cena, dejo la caja abierta con el dedo sobre la mesa y fue a dormir.
Pasada la noche empezó a escuchar ruidos extraños y movimientos bruscos, sostuvo la lámpara de su habitación y salió de esta, afuera no había nadie...nadie humano. Lo que se encontraba ahí eran las cosas que ella veía, pero estas eran diferentes aterradoras y asquerosas, por no decir repulsivas. Una de estas cosas se abalanzó sobre ella provocando que cayera sobre la mesa, al caer sobre la mesa el dedo salió volando directo a su boca abierta, ella trago esa porquería como si nada. Cuando se dio cuenta, trato de vomitar esa cosa, intento ir al doctor pero era de madrugada (como no hay doctor simi, valió verdura). Decidió volver a su cama y dormir, en l mañana a primera hora iría al doctor, cerró sus ojos y se quedó dormida.Abrió los ojos y se dio cuenta que estaba soñando de nuevo, esta vez que traería su imaginación, otro pony volador o ella siendo un dinosaurio vegetariano que vuela sobre Yucatán. Pero esta vez no fue así, vio una montaña de craneos y sobre ellos vio a un hombre de pelo rosa, ojos rojos y tatuajes extraños para ella.
-¡Baja de ahí o te lastimaras, niño rosita fresita!-Grito Maria Fernanda al desconocido de su sueño.
El hombre solo la vio con asco y desprecio, no emitió ninguna palabara, ni siquiera un sonido. Ella lo vio molesta, como el hombre de su sueño la veía así, esa era su mente y ella quería en ese momento dejar de soñar con ése tipo y lugar.
-Ya vete sueño pendejo, hoy quiero soñar con el amor de mi vida...El cepillo colgate 360, no contigo desconocido- Dijo tranquila con indicios de molestia.
Él solo bajo en silencio de la montaña y se acercó a ella.
-No soy un desconocido, soy Ryomen Sukuna. Esto no es un sueño y tu eres una humana muy débil y tonta para ser mi recipiente- Dijo él.
Continuará...