Homofobico KOOKV•

Homofobia: 1

La vida suele ser cruel. Las personas lo son, y aún más cuando no entienden que una persona por tener otros gustos o ser diferente al resto no significa ser un fenómeno.

Eh tenido que lidiar con eso casi la mita de mi vida. Se vuelve más desgastante cuando sientes que en veces todo se te va de las manos, y para cuando te das cuenta... estás en la enfermería con la camisa llena de sangre gracias a los golpes de personas cómo esas.

Mi nombre es Kim Taehyung, tengo 19 años y soy homosexual. Una maldición si estás en un instituto rodeado de estupidos homofobicos como lo estoy yo.

Sin embargo hay un chico, èl es como un trago fuerte y amargo que por mas que raspe mi garganta no puedo dejar de tomar .

Así es el, y así soy yo de masoquita con el hombre más imbecil pero jodidamente atrayente que existe, Jeon jungkook. Es un homofobico impedernido lo sé perfectamente, y los sentimientos que veces me provoca me llevarán a la ruina muy pronto. Los golpes en mi rostro son un reflejo de esto, de su odio hacia mí y el asco que me tiene.

–Kim Taehyung, ya es la quinta vez que vienes a enfermería en este semestre, no me quedará de otra que dejar una queja al director de lo que ah estado sucediendo con tus compañeros. – habló la enfermera del instituto mientras le aplicaba una pomada a sus heridas.

–Por favor con todo respeto, no se meta si. No me conviene meterme en líos más de los que ya tengo. – suspiró con sus ojos acuosos pero inexpresivo.

–Disculpa Kim, pero no me queda otra opción.

Anteriormente en el pasillo....

Estoy cansado de vivir en en este mundo como si fuera un jodido animal o alguien del otro mundo. Similar a una pieza defectuosa que simplemente no encaja en nada.

Malditos sean todos los homofobicos y maldito seas tu Jeon  jungkook, tu eres quien más daño me hace, me golpeas, pero los golpes internos son los que mas me llegan al alma, los que no se borran con una simple pomada. Y detesto sentir esto por tí, como un idiota que se enamora de su captor, ente caso, de su bully.

Que patetica es la vida y que mala es para escoger. Porque no nací mujer, todo fuera mas sencillo de esa forma, y así tal vez y solo tal vez... hubiera podido tener una oportunidad contigo.

El se encontraba recostado en su casilla con su hermoso cabello azabache reposando sobre sus su frente. Su labio inferior era aprisionado por sus dientes tan blancos como la leche, y en sus brazos se dejaba apreciar sus tatuajes que lo hacían ver tan sensual. No podía parar de verlo, es como un imán que me atrae y me arrastra a la perdición misma.

– ¿Te debo algo marica?– cuestionó jungkook con el ceño fruncido al sentir su mirada, mientras se acercaba con sus manos en los bolsillos de su pantalón.

–Mierda...– susurró Kim al ver que no había sido para nada discreto.

–Tu mirada me irrita, siquiera tu presencia no la puedo tolerar. – se acercó hasta quedar frente a frente.

–Entonces has como si no existiera – contestó con seriedad.

– No puedo hacer eso cuando siempre ando con tu mirada en la maldita nuca. Es tan asqueroso que recorras con tus sucios ojos mi cuerpo– asqueado respondió.

–Entonces no hubieras nacido guapo, Jeon jungkook, porque ¿que crees? Estás justo como a este jodido marica le gusta un hombre. – contestó sin nada que perder.

Jungkook abrió grande sus ojos ante mi contestación jamás esperada, nunca le había hablado con tanta altivez.

–Que jodido asco Kim . –contestó con el enojo reflejado en sus ojos. –deberías morir. Eres tan solo una falla que no debería de existir en este mundo.

–Eso lo sé, jungkook, pero no quiero irme de este mundo si antes tener tu polla en mi boca, maldito homofobico.

Y sin previo aviso sentí como su puño se estampaba contra mi cara y me tiraba al suelo repitiendo la acción hasta dejarme casi inconsciente, y hasta dejarme como estoy ahora, en la enfermería con mi camisa manchada, mis heridas atendidas y rogándole a la enfermera que no se metiera en mis asuntos.

Actualidad....

Logré convencer a la enfermera de que yo mismo hablaría con el director, no se como siquiera puede creerlo es obvio que no lo haré. No quiero escuchar la voz de mi madre de nuevo recordándome lo gay que soy y que por ende yo tengo la culpa de todo. Lo detesto.

Ya era la hora de salir y salí solo sin necesidad de mirar atrás, El ocaso podia apreciarse y todos los alumnos salían del instituto para dirigirse a sus casas. Pero yo no.

Yo no quería llegar a esa casa llena de problemas. Solo quería sentarme en en el muelle y imaginarme que estoy en un lugar en donde si me acepten tal como soy, y no en esta soledad que me corroe por dentro con una dolorosa lentitud. El dolor empezaba a aparecer, mis ojos picar y la armadura que me había colocado en todo el día perdió sus fuerzas, mirando al cielo lloré amargamente, deseando morir y vivir a su vez. No pudiendo controlar mi vida y no pudiendo controlar mi corazón. Solo quería que acabara todo, pero a su vez quería vivir, deseaba ser feliz.

Pero eso parecía estar más lejos cada vez.

Continuará.....