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Era dia sabado y preferi quedarme en mi cama, no tenia ganas de salir ni siquiera de asomarme a la cocina, hasta que mi madre subio y se dio cuenta que desde ayer no habia comido, asi que me dijo que me dejaba sopa caliente para que bajara y pudiera comerla mientras ella se iba una reunion de negocios.

En cuanto se despidio de mi, salio a toda velocidad de la casa. Bajando las escaleras, me llegue a la cocina y comenze a comer la comida que me habian servido en el plato, mientras disfrutaba mi desayuno escuche que tocaban a la puerta:

L: Esta abierto.

N: Hola.

L: Nathan, hola. ¿ Que haces aqui?.

N: Vine a verte y a platicar contigo. Se que me dijiste que no querias hablar sobre el tema pero creo que es necesario que lo hagamos.

L: Has llegado en un mal momento, ya que me encuentro desayunando y no me siento me  muy bien de salud.

N: ¡Encerio!, ¿ que es lo que tienes?.

L: Solo es un un simple resfriado pero ya se me pasara. 

Mientras seguia con mi desayuno, Nathan se acerca lentamente y empezo a tocarme la frente en cuanto la sintio caliente exclamo:

N: Pues no te ves nada bien, te siento un poco irritada. 

L: Solo es una simple fiebre. Ademas, ¿ porque te preocupas?.

N: Porque quiero lo mejor para ti, anda vamos te llevare a tu habitacion. 




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