⊹ฺ Capítulo 13 ⊹ฺ

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   Yoongi había tenido toda la razón al decir que, gracias a que su casa era enorme, no tendría preocupación en toparse con la novia de su padre

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   Yoongi había tenido toda la razón al decir que, gracias a que su casa era enorme, no tendría preocupación en toparse con la novia de su padre. Porque ya había transcurrido una semana desde que Jimin se había mudado y, afortunadamente para él, no la había visto.

Desayunaba, comía o cenaba su habitación o en el balcón, o incluso lo hacía afuera de casa con tal de no convivir con ella aunque Hoseok le hacía entender que eso estaba mal.

Sí, escuchaba a Hoseok y eso lo hacía ser un poco más empático y sensible con el tema, pero aún le costaba afrontar la realidad.

Esa semana, habían sucedido una serie de problemas en casi todas sus fábricas que, en compañía de su padre, habían tenido qué resolver juntos, por lo que Hoseok decidió quedarse en casa para no estorbar pese a que Yoongi quería llevarlo consigo a todos lados.

Pero Hoseok seguía esperándolo cada noche para escucharlo relatar cómo había estado su día.

Ya no habían dormido juntos y tampoco hubo un solo beso más, por lo que sus días se habían basado en atención y sutil afecto que los seguía uniendo.

Cuando Yoongi se despidió con un abrazo antes de marcharse a la fábrica, el sirviente se encargó personalmente de ordenar la habitación, cambiar la ropa de la cama y sacudir los muebles. No borraba la sonrisa de sus labios haciendo la labor con todo el gusto que sentía por atenderlo, por estar en su espacio y por envolverse con el aroma del perfume de su amo.

Al terminar, acarició con sus dedos índice y medio sobre el edredón esponjoso que hacía lucir el lugar de descanso completamente cómodo.

Salió de la habitación y se encaminó por los enormes pasillos hacia las escaleras con intenciones de llevar su ayuda a la cocina por si se necesitaba pero, en uno de los grandes ventanales con vista al jardín del costado derecho de la casa, vio a Jimin descansando en la mesa del jardín, bebiendo de una taza y leyendo en un libro.

Volvía a sonreír mientras decidía que era buena idea acercarse a saludar, por lo que en saltitos corrió hacia ahí.

Se acercó mientras seguía sonriendo porque, así como se sentía con su amo, también se sentía con ella: sumamente cómodo y feliz.

—Buen día, señorita Jimin —saludó con una reverencia.

La novia de Jungkook dejó el libro sobre la mesa y puso su atención en el chico.

—Hobi, buenos días, siéntate por favor. ¿Cómo estás? ¿Dormiste bien?

Hoseok tomó asiento en una de las sillas de la mesa para cuatro y asintió.

—Bien, gracias, ¿y usted? —miró el libro sobre la mesa y leyó en voz alta pero evidentemente con lentitud y un poco de dificultad—. El fan... tasma... de... Can... can...

El fantasma de Canterville —lo ayudó con mucho amabilidad, mostrándoselo—, comencé a leer anoche y no he podido dejar de leer, está muy interesante.

Trouble -YoonSeok-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora