Soy un lindo vampiro, luchando contra extraterrestres [Amor desde otro mundo]

Capítulo 2: Rey demonio.

Capítulo 2.

China, Pekín.

Mientras tanto, en otro plano completamente diferente, en un mundo convertido en cenizas y oscuridad.

En la era antigua.

Era un lugar abandonado por todo ser viviente. Se encontraba un inmenso palacio construido entre cadáveres de monstruos gigantes y horribles.

Sangre escarlata, mal oliente y gritos espeluznantes corrían por todos sitios, asustando a los más débiles y pequeños monstruos del lugar.

Este mundo no parecía normal, las casas eran gigantes, las aves, los peces, incluso los que deberían ser los más pequeños insectos, eran gigantes, tan grandes como un edificio en el mundo común y moderno.

Y en medio de todo esto, el inmenso castillo vacío por dentro destacaba por lo limpio y silencioso que era.

¿Y cómo no?

En ese lugar él peor y más sangriento monstruo habitaba en ese oscuro y frío lugar.

A él lo llaman el Rey demonio, un hombre feroz y cruel.

Pues cuenta la leyenda que aquel demonio vivía desde hace siglos, al parecer esperando algo, poco a poco llenándose de energía maligna y violenta.

Con un rojo sangriento y vengativo en sus ojos, todos los días caminaba sobre rosas y violetas, picándose con las filosas espinas, con una sonrisa de deseo en sus bellos y sombríos ojos, siempre mirando con codicia y paranoia al vacío, observando algo más, con profundo amor y posesión.

Sus ojos eran de un extraño rosado, como el cerezo de flor japonés, y celestes como un lago en un bosque, que bajo la luz de la luna brillaban en un hermoso color, al igual que su cabello blanco plateado suave y largo.

Los monstruos que lo miraban pensaban que estaba loco, aunque jamás nadie se atrevería a decir tal cosa, si no ellos mismos estrían locos al no temerle a la muerte filosa.

Tal súcubo demoniaco se llamaba Razvan Lazar.

Conocido por todo menos su nombre de origen.

La gente lo mencionaban con miedo en susurros:

"El Dios maligno".

"Rey demonio".

"Villano cruel".

Su belleza era demoniaca y seductora.

Era conocido como el ser más hermoso y deseado por mujeres y hombres.

Y el más temido por todos, nadie era capaz de codiciar tener tal belleza, ni una sola persona tuvo el derecho de siquiera mirarlo a los ojos.

Claro, si no querían que se los arrancaran.