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Prov Ruby:

-"¡Malia desperto!"-.grite por toda la casa donde vivía Dará,Morgan,Joshua,Peter,y Tristan,vivíamos juntos...Y teníamos también un espacio para Kylie y Malia.

-"¿Que?"-.grito Morgan con emoción.

-"¡Si desperto!"-.Reí y lloré de emoción-."¡Subanse al carro vamos a por Malia!"

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El pasillo del hospital se extendía ante ellos como un camino hacia lo desconocido. Cada paso que daban los amigos de Malia se sentía pesado, cargado de la incertidumbre que los rodeaba. Kylie, con los ojos rojos e hinchados, guiaba el camino, su mano apretada en la de Rubí, quien la sostenía con firmeza.

"No puedo creer que esto esté pasando", murmuró Rubí, su voz llena de angustia. "Malia siempre ha sido tan fuerte".

"Lo sé", respondió Morgan, su voz apenas audible. "Pero ahora necesita más que nunca nuestro apoyo".

Tristan, con el rostro serio, asintió en señal de acuerdo. "Tenemos que estar ahí para ella. Para las dos".

Joshua, siempre el más optimista del grupo, intentó romper la tensión. "Recuerda, Malia es una luchadora. Ya ha superado tantos obstáculos en su vida".

Peter, el más callado del grupo, se limitó a asentir, sus ojos fijos en la puerta de la habitación de Malia.

Al entrar, la habitación estaba llena de un silencio casi palpable. Malia, con el rostro pálido y los ojos hundidos por el dolor, estaba recostada en la cama, conectada a una serie de cables y tubos. Kylie, sentada a su lado, le sostenía la mano con ternura.

"Malia", dijo Rubí, su voz llena de emoción. "Estamos aquí contigo".

Malia sonrió débilmente, sus ojos brillando con una mezcla de alegría y dolor. "Chicos", susurró, su voz apenas audible. "Estoy tan contenta de verlos".

"Estamos aquí para ti, Malia", dijo Morgan, acercándose a la cama. "No importa lo que pase, nosotros te apoyaremos".

"Sabemos que eres fuerte, Malia", agregó Tristan. "Y vamos a luchar junto a ti".

Joshua, con una sonrisa reconfortante, se sentó en una silla cerca de la cama. "Te queremos mucho, Malia. Y vamos a hacer todo lo posible para que te recuperes".

Peter, con un gesto silencioso, se acercó a Kylie y le dio un abrazo reconfortante.

Los amigos de Malia se reunieron alrededor de su cama, formando un círculo de amor y apoyo. Sabían que la batalla que les esperaba sería difícil, pero estaban decididos a luchar junto a ella, a brindarle la fuerza que necesitaba para afrontar este nuevo desafío.

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Dos días después, Malia salía del hospital con una sonrisa tímida y un brillo nuevo en sus ojos. El viaje en auto hacia casa fue silencioso, pero lleno de una energía reconfortante. Kylie conducía con cuidado, mientras Malia se apoyaba en su hombro, sintiendo el calor de su amor y la fuerza de su presencia.

"Malia, ¿estás bien?", preguntó Kylie, con una voz llena de preocupación.

"Sí, estoy bien", respondió Malia, con una sonrisa. "Estoy un poco cansada, pero me siento mucho mejor que antes".

"Es bueno saberlo", dijo Kylie, con un suspiro de alivio. "Te extrañé mucho".

"Yo también a ti", respondió Malia, con una sonrisa.

Al llegar a casa, los amigos de Malia ya estaban allí, esperando con impaciencia. Rubí, Morgan, Tristan, Joshua y Peter se reunieron en la sala de estar, sus rostros llenos de alegría al ver a Malia de vuelta.

"Malia, ¡qué bueno verte de nuevo!", exclamó Rubí, abrazándola con fuerza.

"Te extrañamos mucho", dijo Morgan, con una sonrisa.

"Estamos tan felices de que estés bien", dijo Tristan, con una voz llena de emoción.

"Te queremos mucho, Malia", dijo Joshua, con una sonrisa reconfortante.

Peter, con un gesto silencioso, se acercó a Malia y le dio un abrazo cálido.

"Gracias, chicos", dijo Malia, conmovida por el cariño de sus amigos. "Significa mucho para mí tenerlos a mi lado".

Después de un rato de charlas y risas, los amigos decidieron salir a pasear por el parque. El día era soleado y agradable, y el aire fresco les llenaba los pulmones de energía.

"Malia, ¿te sientes bien para caminar?", preguntó Kylie, con una sonrisa.

"Sí, estoy bien", respondió Malia, con una sonrisa. "Me siento mucho mejor que antes".

Los amigos caminaron por el parque, disfrutando del paisaje y la compañía. Malia se sentía más fuerte cada día, y se alegraba de poder disfrutar de la vida junto a las personas que más quería.

"Malia, ¿cómo te sientes?", preguntó Rubí, con una voz llena de preocupación.

"Estoy bien", respondió Malia, con una sonrisa. "Estoy un poco cansada, pero me siento mucho mejor que antes".

"Es bueno saberlo", dijo Rubí, con un suspiro de alivio. "Te extrañamos mucho".

"Yo también a ustedes", respondió Malia, con una sonrisa.

Los amigos continuaron caminando por el parque, charlando y riendo. Malia se sentía feliz de poder disfrutar de la vida junto a las personas que más quería.

"Malia, ¿te gustaría ir a comer algo?", preguntó Morgan, con una sonrisa.

"Sí, me gustaría", respondió Malia, con una sonrisa.

Los amigos fueron a un restaurante cercano y disfrutaron de una deliciosa comida. Malia se sintió feliz de poder compartir este momento con sus amigos, y de poder disfrutar de la vida a pesar de todo lo que había pasado.

"Malia, ¿cómo te sientes?", preguntó Tristan, con una voz llena de preocupación.

"Estoy bien", respondió Malia, con una sonrisa. "Estoy un poco cansada, pero me siento mucho mejor que antes".

"Es bueno saberlo", dijo Tristan, con un suspiro de alivio. "Te extrañamos mucho".

"Yo también a ustedes", respondió Malia, con una sonrisa.

Los amigos continuaron charlando y riendo, disfrutando de la compañía de Malia. Se sentían felices de poder apoyarla en este momento tan difícil.

"Malia, ¿te gustaría ir a ver una película?", preguntó Joshua, con una sonrisa.

"Sí, me gustaría", respondió Malia, con una sonrisa.

Los amigos fueron al cine y disfrutaron de una película divertida. Malia se sintió feliz de poder disfrutar de la vida junto a las personas que más quería.

"Malia, ¿cómo te sientes?", preguntó Peter, con una voz llena de preocupación.

"Estoy bien", respondió Malia, con una sonrisa. "Estoy un poco cansada, pero me siento mucho mejor que antes".

"Es bueno saberlo", dijo Peter, con un suspiro de alivio. "Te extrañamos mucho".

"Yo también a ustedes", respondió Malia, con una sonrisa.

Los amigos continuaron charlando y riendo, disfrutando de la compañía de Malia. Se sentían felices de poder apoyarla en este momento tan difícil.

Al final del día, Malia se sintió llena de energía y esperanza. Se dio cuenta de que tenía a sus amigos a su lado, y que juntos podían superar cualquier obstáculo.

El plan perfecto para enamorar.-KyliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora