PixelShark ｡𖦹°‧

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Kachina estaba esperando pacientemente a que aparecieran sus dos amigos Mualani y Kinich en la entrada de los Retoños Arbóreos. Tras esperar por quince minutos más llegó Kinich, pero a ella le sorprendía que él llegara solo.

—¿Kinich? —preguntó parándose de su asiento— ¿Y Mualani?

—¿Aún no llega? —respondió, generalmente cuando no llegan juntos la morena llega antes de él— Pensé que ya estaría contigo.

La pequeña Kachina negó varias veces con la cabeza, lo que hizo sentir un mal presentimiento al chico.

—¡Ja ja! ¿Qué pasó Kinich? —dijo el pixel verde saliendo a participar en la conversación, o mejor dicho, burlarse de su compañero — ¿Tu amiguita especial desapareció?

Kinich rodó los ojos ante el comentario.

—Ya te dije que no la llames así, solo somos amigos.

—Ajá, lo que tú digas —dijo y rió por lo bajo —, pero aún no se me olvida la vez que tú...

Ajaw no pudo terminar de decir lo que tenía planeado porque su compañero lo mandó a volar y callar de un solo ligero "golpe".

Kachina elevó una ceja y torció ligeramente su cabeza hacia la izquierda.

—No te preocupes por él Kachina, ya sabes como es —dijo Kinich acomodándose sus guantes con ligero nerviosismo sin demostrarlo —. Quédate aquí —dijo y empezó a acariciar el cabello de la menor —, yo iré a ver si Mualani está bien.

Kinich se dirigió caminando hacia el Pueblo de los Manantiales y agradece que no le fue tan tedioso el camino por los teletransportadores.

Al llegar iba a dirigirse hacia la tienda para preguntar por su amiga hasta que se vió interrumpido por una de las surfistas.

—Kinich..., tú por aquí —dijo llamando su atención, él la conocía de lejos, era amiga de Mualani, pero nunca habían intercambiado palabras como tal. Ella ladeó su cadera apoyándose en esta en forma de coqueteo —. Es un milagro tenerte por aquí.

—Ah..., hola —dijo tratando de ser cortés, la verdad era que ni se acordaba cómo se llamaba.

La surfista castaña cruzó de brazos sonriendo.

—¿Qué te trae por aquí? —preguntó para luego acercarse hacia él, haciendo que él retrocediera — ¿Acaso quieres estar nuevamente en las aguas termales? —preguntó mientras agarraba su brazo derecho.

—Ah..., no. Solo venía a buscar a Mualani ¿sabes dónde está?

La cara de ilusión de la chica se fue y la reemplazó una ligera sonrisa.

—No salió de su vivienda —dijo y señaló detrás de ella hacia una vivienda mediana muy característica del lugar —. Allí, puedes encontrarla.

—Gracias —dijo y se dirigió hacia el lugar dejando a la surfista detrás.

"Es tan lindo" Pensó para ella misma mientras lo veía ligeramente sonrojada.

Kinich llegó hacia la vivienda y tocó un par de veces la puerta. Nada.

—¡Mualani! —exclamó viendo si ella o alguien podía responderle. Nada.

Decidió entrar con una llave maestra que llevaba consigo sin previo aviso, su preocupación por su amiga aumentaba al no ver ni oír respuestas.

Al entrar cerró la puerta tras de él.