Los padres de la pequeña Cassie Miller siempre supieron que había una magia pura dentro de ella. Desde su nacimiento, se podría percibir perfectamente bien. Ella era una bruja al igual que ellos, y no podían estar más orgullosos de ese hecho.
Cassie...
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Capítulo 05.- Inicio de clases.
Cassie se despertó temprano a la mañana siguiente. Estaba emocionada por al fin iniciar las clases en aquel maravilloso mundo. Aunque también le había gustado aprender de manera muggle, siempre se había sentido un poco fuera de lugar, y no lograba tomar confianza con nadie para hacer amigos, incluso aunque lo intentara. Y ahora, nada más llegar, ya estaba formando una amistad con Harry y Ron, y esperaba con ansias forjarla aún más e incluir a Hermione en su lista de amigos.
Al pensar en ello, miró hacia la cama de Hermione, donde estaba vacía, ella ya estaba lista, y colgaba su mochila sobre su hombro, parecía que tenía demasiada prisa por salir.
— Buenos días, Hermione.
La castaña la miró y le regaló una sonrisa apresurada pero amable.
— Buenos días, Cassie. Iré al gran comedor a desayunar, nos vemos por allá. — y tras recibir una afirmación de la niña peli-miel, dio una pequeña sonrisa y se retiró.
El resto de las chicas en el dormitorio seguían dormidas cuando Cassie se levantó de la cama. Le apetecía tomar un baño, y era preferente que lo hiciera en ese momento, porque estaba segura de que más tarde, las chicas estarían discutiendo por acaparar el baño. Así que tomó su toalla y su uniforme y se adentró en el baño.
Justo como lo imagino, al salir del baño, sus compañeras ya estaban despiertas y queriendo adentrarse al baño, así que se alejó por completo para ir hacia su cama y baúl. Se había puesto el uniforme correctamente, e incluso se había anudado la corbata a la perfección. Se colocó su suéter, que decidió no abotonar, y sus zapatos, antes de colocarse frente al espejo, para desenredar su cabello y peinarlo en una media coleta, y dejar el resto de su cabello suelto.
Después de poner sus pendientes y colocarse su perfume favorito, tomó su mochila y salió de la habitación con intención de ir hacia el gran comedor. Sin embargo, se detuvo un momento en la sala común, y se preguntó si Harry y Ron ya estarían despiertos y listos. Aunque algo en su interior dudaba de que fuera así.
Suspiro y se regresó a las escaleras de caracol, esta vez tomó el rumbo hacia el dormitorios de los chicos, y busco su habitación, guiándose por los nombres en la plaquita de las puertas, hasta que la encontró. Iba a tocar la puerta cuando esta se abrió, el niño que había perdido su sapo en el tren, y que identificó como Neville se detuvo frente a ella, sorprendido y nervioso de tener a una chica frente a él.
— Buenos días, Neville ¿Harry y Ron siguen adentro? — preguntó la niña con una sonrisa amable. Misma, que le hizo ruborizar demasiado al pobre niño frente a ella.
— E-e... S-si, e-estan d-dormidos. — respondió más que nervioso y con las palmas sudorosas.
