"LA CARCEL"

CAPITULO 1

PETE

Estoy esperando la decisión del juez, espero y me crea, yo no sera capas de matar a mi primo y su novio, son las personas que siempre me apoyaron en todo, espero que todo salga bien, toda mi familia me odiaba y mi novio, o mejor dicho, ex novio tambien, me dijo cosas horribles y de termino.

- Bueno esta es mi decisión, ya que no hay ningún testigos y las huellas del acusado estan en el arma, lo declaro culpable, recibirá 30 años de prisión.

Sentí como mi cuerpo perdía fuerza, como mierda termine aquí, solo era un chico borracho que estaba tomando unas cervezas con su primo. Intento aferrarme a mi abogado pero el solo suelta un suspiro derrotado, se que me quiere ayudar pero todo esta en mi contra, dos policías me esposan y me llevan a una camioneta, llore todo el camino hasta llegar a la cárcel, ellos me sacaron y de forma brusca me piden que me quite la ropa, me dieron un baño con agua helada, me puse la ropa que me dieron y me lleve otro conjunto en mis manos, todos estaban en el patio y por suerte solo me dejaron en mi celda, era la numero 69, miro a mi alrededor y supe que alguien mas esta aquí, tengo un compañero, paso un buen rato en la celda y no me percate del tiempo, era hora de comer pero no quería, decidí quedarme hay, solo y llorado.

- ¿Quien mierda eres tu? -dice alguien entrando en la celda-

Me limpio rapido la cara, no quería que me viera llorar, lo miro de arriba a abajo y dios santo, con razón este chico esta aquí, su cuerpo y mirada dicen peligro, tiene el pelo un poco largo pero no demasiado, unos ojos negros que sin dudas son de matar, su pecho se veía bien marcado debajo de esa remera sin mangas, sus brazos estan con algunos tatuajes y para ser sincero, esa vos es solo la perdición de cualquiera.

- El es tu nuevo compañero. -dice el guardia antes de irse-

- Genial, un lloron de compañero. -dice enojado-

- Soy Pete, no un lloron. -digo molesto-

- Lo que digas niño, pero esas lagrimas de mierda no cambian lo que hiciste. -se tira a su cama despreocupado-

- Yo no hice nada, soy inocente.

- Si claro, todos dicen eso pero nunca es verdad.

- DIOS, DAME PACIENCIA PARA AGUANTAR. -grito cuando lo veo reírse de mi-

Al dia siguiente desde muy temprano nos levantaron, teníamos que bañarnos e ir a desayunar, despues que mi compañero de celda me dijera que todos se bañan juntos, no me dio ni puta gracia, el solo se estaba burlando de mi y no mentía, cuando llegue vi a todos desnudos.

- Tienen 15 minutos, apurense.

Me quito la ropa con un poquito de vergüenza, siento los ojos de todos en mi y no me gusta, me siento muy incomodo, veo como todos se empiezan a tocar su polla, me estaban mirando sonrientes, no se que me agarro en ese momento que me comienzo a reír de ellos, sus pollas eran del tamaño de un maní y se querían hacer los rudos, me rió hasta que por destinos de la vida, Vegas pasa enfrente de mi, mi risa se fue cuando vi su.... su... bueno su cosita, por que a eso ni polla le puedo decir, nunca vi una tan grande, trago saliva y me baño rapido, cuando estaba saliendo con ya unos bóxer puestos, a uno de los presos se le cae el jabón, el solo lo miraba en el suelo y no lo agarraba, mira a sus costados y ya estaba rodeado de hombres, todos estaban detrás de el esperando que lo agarre.

- Un consejo amigo, no es necesario que solo bajes desde la cintura para abajo, baja todo tu cuerpo, asi mira.

Bajo a buscar el jabón y bajo con todo mi cuerpo, mi culo estaba pegado a mis piernas y me levante derecho, se lo di y salí de las duchas, un guardia me acompaño, me pregunto por mi compañero pero le dije que estaba ocupado. Llegue a la celda y me cambie, llegue al comedor y me senté en la mesa que tenia el numero 69, por lo que entendí, cada preso tiene su mesa seleccionada, el numero de celda, es el muero de mesa que tendrás, me siento y como lentamente, me mucho asco la comida de aquí.