Ya supéralo Sakura.- dice Ino sentada en posición india sobre su cama.
Tiene puesto un pijama que consiste en una fina blusa de tirantes y un corto short, y se inclina hacia adelante dejando ver más de lo que debería su escote.
Sakura, que está sentada en la misma posición que ella pero abrazando una almohada, desvía la mirada y vuelve a su tarea de hundir la cara en la pobre almohada que nada tiene que ver pero que yace empapada de lágrimas de todas formas.
-No! Ino, no puedo!, es un maldito idiota, y quiero matarlo, joder, ¿Qué no me entiendes, maldita sea?!- lloriquea con la voz demasiado alta la peli rosada ahora golpeando con los puños a la pobre almohada que, insisto, nada tiene que ver.
Ino rueda los ojos pidiendo paciencia a los dioses del Olimpo, o quien fuera que estuviera de turno, porque estaba a punto de golpearla.En serio, era demasiado dramática ¿Qué si el idiota de Sai se acostó con Karin? De todas formas Sakura le había dicho (o confesado, mas bien) que no amaba a ese idiota.
-Deja de ser tan dramática, coño, que no se ha acabado el mundo. Lo mismo pasó con Sasuke-kun, y con el idiota de Suigetsu, ¿y qué? Sigues viva ¿no?- Dice Ino, su tacto no es su mejor cualidad, como abran de darse cuenta.
-Sí, pero Sasuke-kun en realidad estaba enamorado de Naruto, y de Suigetsu lo venia venir, es un jodido psicópata, lo sabes, pero de Sai, de SAI, Ino! - grito de nuevo con su voz chillona sorbiéndose los mocos y apresando de nuevo a la ya resignada almohada.
- Eso te pasa por meterte siempre con el mismo tipo de imbéciles, Sakura, ya deberías haber aprendido.
-Yo no hago eso! Dime ¿Qué jodidos tienen en común Sasuke-kun, Suigetsu y el idiota de Sai?!
- Pues que todos ellos hayan tenido una infancia de mierda y considerablemente marcada por un hermano mayor muerto, lo que cabe destacar afecto considerablemente a su cordura ¿no te parece suficiente?
Sakura apretó los labios y abrió los ojos, la mano media levantada, como queriendo decir algo pero no se le ocurría qué.Finalmente se paró de la cama con aire indignado, ella llevaba una polera de algodón larga y sus bragas bajo de pijama, nada tan glamoroso como el pijama de encajes de Ino, tiro la almohada con rabia frente a Ino y espeto un:
-Pues tu sí que sabes subir el ánimo, cerda.
-Frentona.
-Puta!.
-Plana de mierda!
Sin darse cuenta ya estaban demasiado cerca, las dos chocando las narices y mostrando los dientes igual que dos perros peleando, Sakura estaba inclinada sobre Ino, y esta se sintió repentinamente caliente.
Sus respiraciones se mesclaban, hacia frio y podía notar los pezones de Sakura bajo la delgada tela de la polera.
Entonces quiso alejarla y le dio un bruco empujón, haciendo que Sakura, que era, probablemente, la persona más torpe de la tierra, perdiera el equilibrio cayendo en cima suyo, haciéndola caer también en el proceso.