Entre Redes [Completa En Revisión]

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Alex

Miro a mi Abby apoyada en la ventana del tren, dormida profundamente, su respiración es pausada y cojo mi chaqueta echándosela por encima para que no se enfríe antes de volver la vista a mi móvil. Todavía no me creo todo lo que ha pasado en un solo fin de semana, ha sido una montaña rusa de emociones que para nada me esperaba cuando ella me pidió que viniese. Después de arreglar las cosas con Dereck y decidir darle una nueva oportunidad a nuestra amistad fuimos al teatro para ver a mi novia, si, ahora Abigail Waldorf es mi novia, quien quedó primera en la categoría de individual, nos fuimos a celebrarlo todos juntos y me contó el plan que tiene con su antigua profesora de baile para llevar a juicio a Madame Clarisse.

Así que sí, se puede decir que el fin de semana ha salido bastante bien, he recuperado a un antiguo amigo que no esperaba, he conseguido a la chica que deseaba desde que tenía 11 años y tenemos un plan para terminar con la peor profesora de la universidad; por no mencionar también que Abby podrá bailar delante de varias compañías de danza para conseguir un trabajo en alguna de ellas y convertirse al fin en una bailarina profesional como ella desea.

- ¿A que le está dando tantas vueltas esa cabecita tuya? – la voz de Abby me saca de mis pensamientos y la miro sonriendo, me fijo en que mis amigos siguen dormidos y me acero a ella para besarla con cariño.

- Estaba imaginándome la cita que vas a prepararme tan romántica – le digo riendo mientas me acomodo en el asiento del tren para poder mirarla - ¿Qué vas a prepararme?

- Todavía no lo tengo todo planeado, y aunque así fuera no te lo diría, ni si quiera te pienso avisar de que día tendrá lugar, será toda una verdadera sorpresa – se me escapa una carcajada ante sus palabras y me acerco de nuevo para besarla

- Eres increíble mi Abby – se ríe y ahora es ella quien me besa a mi – entonces... ¿ahora ya no hay que esconderse no?

- Para nada, pienso hacer que se entere toda la universidad de que eres mío Grayson

- ¿Y cómo pretendes hacer eso? – le pregunto curioso apoyándome en el apoyabrazos que hay entre ambos para estar más cerca de ella - ¿o eso tampoco puedes contármelo?

- No, tampoco puedo contártelo, eres todo un impaciente, por el momento solo quiero saber cuándo es el próximo partido de vóley que tenéis, no quiero perdérmelo – la miro sorprendido y casi me atraganto con mi saliva, se me entrecorta hasta la voz - ¿estas bien Alex? ¿No quieres que vaya? Oye lo entiendo, es solo que...

- No no no, Abby, claro que quiero que vengas – le digo cogiendo sus manos entre las mías y sonriendo – es solo que... desde lo de mi hermana nadie ha venido a verme nunca y me ha sorprendido que tú quieras venir.

- Alex ya te lo dije, ahora estoy para ti, de la misma forma que tu estas para mí, tú has sido capaz de salir a un escenario en una competición oficial de danza clásica, que va a quedar colgado en YouTube para siempre, solo para que yo no me quedase sola en el escenario, ¿te crees que ir a verte jugar uno de los partidos es mucho? Lo que has hecho por mí es insuperable, pero yo quiero que sepas que también te apoyo, y que me siento orgullosa de que persigas tus sueños a pesar de que tus padres no te apoyen.

- Abby yo... - ni si quiera puedo hablar, ¿Qué le puedo decir a eso? Absolutamente nada, solo puedo quererla. Así que se lo demuestro, la atraigo a mi y la abrazo con cariño, porque desde que mi hermana murió nadie se había preocupado tanto por mí, y es tan raro y tan agradable al mismo tiempo... me aterra familiarizarme de nuevo con este sentimiento para que luego desaparezca, pero se siente tan bien... - te quiero

- Y yo te quiero a ti – me responde antes de besarme y quedarnos así el resto del viaje, abrazados y en un silencio tan cómodo que acabamos quedándonos dormidos como el resto de nuestros amigos hasta que llegamos de nuevo a Londres.

- ¿Te vienes a la residencia conmigo? – Abby me pregunta mientras la ayudo a meter su maleta en su coche, le sonrío y asiento antes de meter mi bolsa también, les doy mis llaves a Asher y Riven para que ellos se vayan con mi coche y yo subo con mi chica – oye, el próximo fin de semana es la presentación de la nueva colección de ropa de mi madre, habrá una fiesta e imagino que tus padres vendrán, pero me preguntaba si a ti te gustaría venir conmigo, ósea ser mi acompañante.

- ¿Me estas pidiendo que hagamos publica nuestra relación en la fiesta de tu madre? – le pregunto curioso con una sonrisa mientras ella me mira sonrojada antes de volver la vista a la carretera de camino a la residencia de la universidad – le robaremos las cámaras a nuestros padres, eso lo sabes ¿verdad?

- Si, es lo que te estoy pidiendo, y sí, sé que les robaremos las cámaras, ¿Qué me dices? – desvía de nuevo la vista hacia mí por unos segundos con una sonrisa realmente pícara, como si fuese lo que buscaba desde el principio - ¿Aceptas?

- Por supuesto que acepto, me encantará ver sus caras – le digo riendo – aunque en realidad puede que mis padres hasta estén encantados, adoran a tu familia y, por lo tanto, te adoran a ti, se puede decir que tienes a los suegros ganados

- En ese caso creo que estamos en empate – la miro sorprendido y ella se ríe- mi madre te adora, siempre me decía que me arrimase a ti en las fiestas, que podríamos hacer buena pareja, y mira tú por donde, tenía razón – ambos nos reímos más fuerte mientras aparca en su plaza y nos miramos – en parte me jode que siempre tenga razón en todo, pero me alegra que no se haya equivocado en esto.

- Siempre han dicho que las madres tienen razón, que nunca se equivocan – le digo mientras bajamos del coche y saco las dos maletas, poniendo rumbo hacia la entrada de la residencia; saludamos al de seguridad y seguimos por el pasillo hasta llegar a su habitación.

- Alex, al final no me has dicho cuando tienes el próximo partido – me recuerda mientras abre la habitación y ambos entramos.

- Es este miércoles a las 18:00 de la tarde – le digo sonriendo y sentándome a los pies de la cama, cogiendo su mano y acercándola a mi – pero de verdad no tienes porque venir si te surge cualquier otra cosa Abby, no pasaría nada

- Alex voy a ir y punto, deja de decir tonterías ¿vale? – sentencia casi en un tono de enfado mientras se sienta sobre mis piernas y coge mi cara entre sus manos – voy a ir porque quiero ir a verte, porque me hace feliz verte cumplir uno de tus sueños, así que olvídate de todo lo demás.

- Esta bien, prometo dejar de darle tantas vueltas a todo – ambos nos reímos y rodeo su cintura con mis brazos atrayéndola más a mi cuerpo, junta nuestras frentes y entonces la beso con posesión; ella me lo devuelve con la misma fuerza, como si llevásemos años sin tocarnos y no pudiésemos controlarnos, aunque cabe destacar que nunca puedo controlarme cuando la tengo cerca.

El beso sube de intensidad mientras sus manos se enredan en mi pelo, haciéndome cosquillas y muerdo su labio inferior con deseo. Una corriente eléctrica me recorre el cuerpo y ahora ya no soy capaz de detenerme, empiezo a quitarle la chaqueta y no paro hasta que la tengo desnuda en la cama, tumbada debajo de mi cuerpo; en algún momento mi ropa también ha terminado por el suelo y ahora estoy hundido en ella mientras nuestros gemidos entremezclados, llenan la habitación, haciéndola más acogedora.

- Te deseo tanto... - susurra contra mi oído y esa voz suave me vuelve loco, la cojo de las caderas con fuerza y nos giro quedando ella encima, mis manos descienden a su culo, masajeándolo, acariciándolo a mi antojo mientras la ayudo a moverse. Joder, ya no puedo ni pensar, su calor me envuelve la polla mientras echa la cabeza hacia atrás y ella misma se acaricia los pechos, es la imagen más sexy que he visto nunca.

- Me estas volviendo loco Abby – se ríe abriendo los ojos y mirándome y no puedo más, hago toda la fuerza de la que soy capaz para no correrme ya, para aguantar y disfrutar más de este momento – no aguanto mucho más... ¡joder!

- Córrete Alex, hazlo... - me pide jadeando, agachándose para besarme mientras mueve sus caderas más rápido y no aguanto más, me vacío completamente mientras ella sigue moviéndose sobre mi hasta que también se corre – joder...