Capitulo 2

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Kim Taehyung se estaba haciendo de rogar. En las calles de Roma corría el rumor de que estaba escondido, esperando a
que pasara el interés del público por la última aventura amorosa de su hermana. Tenía su lógica, reconoció Jungkook mientras recorría la playa de la pequeña cala en aquella exclusiva zona de
La Ostia,Roma. En unos días cualquier escándalo relacionado con otra persona famosa haría que la prensa se olvidara de la última indiscreción de Ahn María.Aunque eso no le iba a valer de nada en lo que a ella se refería.

Pero como nadie le había visto desde el incidente del hotel y tampoco parecía que hubiera salido del país, Jungkook se dejó llevar de una corazonada para localizarle. Por eso estaba allí, oculto por la vegetación que bordeaba la playa, contemplando aquella casa.

La casa a la que Taehyung lo llevó ocho años atrás.

Jungkook ignoró el vacío que sentía en el estómago mientras ojeaba la casa a la luz del atardecer.

Los garajes estaban cerrados cuando el, un rato antes, había llamado al timbre de las puertas de la verja. Tampoco había
logrado descubrir si aquella casa era propiedad de Taehyung o de alguna de sus empresas. Quizá nunca hubiera sido suya.

No obstante, el instinto le decía lo contrario; y a pesar del amargor que sentía en la boca al pensar en la posibilidad de ver a Kim Taehyung, su búsqueda elevaba los niveles de adrenalina en sus venas. Podría no salir bien en esta ocasión,pero seguir su instinto le había dado resultados muy positivos en su carrera profesional.

Era evidente que Taehyung no quería que le encontraran. Y si nadie conocía aquella casa en la playa, ¿no era el lugar perfecto para mantenerse alejado de todo?.

El edificio en sí era una maravilla arquitectónica de madera y cristal, encajaba en la colina como si formara parte de ella, y sus generosas terrazas ampliaban en espacio interior hacia el mar en todos los niveles del edificio. Y por lo que recordaba, el interior de la casa era igualmente impresionante.

Se sobresaltó al ver encenderse una luz en el interior. Sabía qué habitación era ésa. Había estado allí, desnudo en la enorme
cama mientras la brisa del mar mecía las cortinas. Todavía recordaba la magia del momento. Todavía podía sentir el desaliento que le produjo el rechazo de Taehyung.

Cerró los párpados en un esfuerzo por eliminar aquellos amargos recuerdos. No podía dejar que siguiera haciéndole
daño. ¡Lo había superado! Además, ahora tenía un asunto más importante entre manos. La casa no estaba vacía, había alguien dentro y el tenía que acercarse.

Se subió el cuello de la chaqueta y se tocó la cabeza para asegurarse de que sus rebeldes rizos estaban recogidos dentro de la gorra; no quería que sus pelinegros destellos se hicieran visibles a la luz de la luna.

El ruido producido al descorrerse una puerta le hizo fijar su atención en aquel punto. Vio movimiento de cortinas y, rápidamente, se escondió tras unos arbustos en el momento en que una persona cubierta sólo con unos vaqueros salió a la terraza. Contuvo el aliento al reconocer aquella arrogante figura
de anchos hombros y torso perfecto.

Jungkook le miró al rostro. No, no cabía duda, era Taehyung, con sus morenas y esculpidas facciones.

Sintió odio y satisfacción simultáneamente. Había dado con su presa. ¡Había encontrado a Kim Taehyung!.

No había cambiado mucho. Su cara quizá era más delgada y más dura, la barbilla más pronunciada, como si no estuviera
acostumbrado a sonreír, pero sus músculos parecían más poderosos. Bajó la mirada en busca de los cambios producidos por el tiempo, clavó los ojos en su pecho y en los oscuros pezones, y más abajo, hacia el oscuro vello que desaparecía bajo los pantalones vaqueros.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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