RADIANTES [BRILLO #1]

CAPITULO 22

[22]

Mansedumbre

"Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas."

Santiago 1:21

Ethan.

Me costó trabajo conseguir el regalo perfecto, hasta que lo logré.

La cara de Hadasa, también me dice que es perfecto.

Lleva dos minutos en shock, viendo el montón de rosas que traigo en las manos. Sus ojos brillan como dos luciérnagas en medio de un bosque oscuro.

Una sonrisa comienza a crecer en sus labios, entonces reacciona...y grita.

—¡AAAAH!

Es un grito agudo y... femenino. Me ensordece por unos segundos, en los que la veo con los ojos muy abiertos. Comienza a dar saltitos hasta que llega a donde estoy parado, literalmente, me arranca el ramo de las manos.

—¡Oh, por Dios! ¡Es bellísimo!

Un movimiento a un lado, me hace darme cuenta de que hay alguien más en la sala. Es Ana. Levanto una mano a modo de saludo, ella me sonríe. Una sonrisa extraña.

Regreso mi vista a la pelinegra que abraza las flores como si la vida se le fuera en ello.

Quería regresar con un regalo que le gustara y le hiciera olvidar un poco su realidad, no soy—ni de lejos—el chico más detallista del mundo, sin embargo, con ella me pareció algo necesario.

—Es mi manera de decir que creo que el bebé será una niña.

Se detiene un momento para mirarme.

—¿Quieres que el bebé sea una niña? —pregunta.

—Si, —me encojo de hombros—por eso el color de las rosas.

—¿Qué pasa si resulta ser niño?

—Compraré otra cosa antes de que nazca, así nunca se enterará de que el tío Ethan se equivocó de regalo al principio.

Aprieta mucho más el ramo contra su pecho, cerrando los ojos. Si supiera lo que me costó, no lo trataría así.

—¿Te gustaron o las puedo devolver? —le pregunto de broma.

Abre los ojos de repente para verme enojada.

—¡NO!, ¿Qué te pasa?, están hermosas. —me da una de esas sonrisas radiantes de ella— Me quedo con ellas.

—Bien, ve a cambiarte. Vamos a salir.

Necesito sacarla de ese encierro, ver tantas paredes con depresión no es bueno, no creo que llegue a matarse, pero nunca se sabe. Puede que se golpee la cabeza con la biblia, o se corte las venas con una hoja de la misma.

—¿Qué tiene de malo mi ropa? —pregunta con confusión.

¿Es un chiste?