RADIANTES [BRILLO #1]

EPILOGO

Onmiciente.

15 minutos antes del final...

Había pasado un tiempo ya.

Tantos intentos y todos fallidos.

Quebrantó su cuerpo y no lo logro. Quiso alejar al amor de su vida y tampoco pudo. Corrompió a una de sus amistades y eso solo la hizo crecer.

Satanás estaba harto de que siempre le dieran los mismos resultados.

Un día, los seres celestiales se presentaron ante Dios, entre ellos, como siempre, Satanás.

Caminaba con dignidad. Se decía a el mismo que aún podía lograrlo. Aún quedaba lo más difícil de todo ese recorrido y podía lograrlo.

Haciendo una reverencia llena de burla e incompleta, se detuvo ante su creador.

—Creo que ya sabes lo que voy a preguntar—habló con voz de trueno, retumbando cada rincón.

—De estar por ahí—respondió el diablo.

—¿Y ahora que te traes entre manos?

Satanás coloco sus manos entrelazadas entrelazadas detrás de su espalda.

—Una última petición.

Padre, Hijo y Espíritu estaban atentos ante el disparate que seguro iba a soltar.

—¿Qué deseas?

Era increíble como Dios preguntaba y deseaba escuchar claramente lo que ya sabía, incluso antes de que se convirtiera en pensamiento.

—Matar a Hadasa.

La sorpresa llenó todo el lugar.

Un pestañeo. Fue la única reacción del Rey.

—¿Y por qué querrías hacer eso?—su pregunta hizo que la tensión aumentara.

—Porque la quiero muerta—respondió Satanás con voz fría—. Debía morir hace mucho, pero no, resistió demasiado. Además, quiero que él sufra.

Y sabían a quién se estaba refiriendo.

La vida de Hadasa en ese momento prendía de un hilo. Una palabra y todo se acabaría. Una palabra y las cosas tomarían otro rumbo.

Solo Uno tenía la última palabra. Solo Él.

—Está bien. Tienes el permiso de su vida. No toques su alma.

Más que un concedimiento, era una orden, una que debía ser acatada al pie la letra.

Una sonrisa llena de maldad, fue lo último que se vió de Satanás antes de abandonar el cielo y la presencia del Señor.