Con Amor: Nick •Nicholas Chavez•

1. Maya

Nicholas

Inicio de clases

—¡No lo puedo creer!

Me gire rapidamente al reconocer la voz de Cooper en el umbral de la puerta, corri a abrazarlo, aliviado por tener cerca a alguien conocido en la universidad. Cooper y yo nos conociamos desde muy chicos, practicamente eramos como hermanos y con Maya habiamos pasado toda la vida escolar juntos.

—No sabia que vendrias a la misma universidad —le dije despues de palmearle el rostro, casi sin poder creerlo.

—Queria que fuera sorpresa y no solo eso...

Tomo de nuevo sus malesas pero esta vez para dejarlas encima de la cama vacia, de quien seria mi compañero de habitacion.

—¿Tu eres mi compañero de habitacion? —le pregunte en medio de una sonrisa.

—¡Asi es!

Volvimos a abrazarnos, era la mejor noticia para mi, estaba algo nervioso por entrar a la universidad y tener su compañia me haria muy feliz. Ahora solo hacia falta encontrar a Maya. Cooper leyo mis pensamientos.

—¿La has visto?

—No, queria instalarme primero pero se hace tarde, deberiamos salir a buscarla.

Maya llevaba ya dos semestres en la universidad, era una chica rebelde pero aplicada por eso nos habia adelantado y habia llegado un año antes aunque sin mucho exito pues habia aplazado muchas materias, suponiamos que la vida universitaria la habia descarrilado un poco, no habiamos tenido mucho contacto, de hecho, no la habiamos visto hacia mas de un año.

—¿Como crees que este? —me pregunto Cooper mientras caminabamos por el campus, aun habian muchos chicos buscando sus edificios y habitaciones con todas sus cosas fuera—, ¿habra cambiado mucho?

—No lo se, estoy ansioso por verla, espero que aun nos recuerde...

—¡Ey!

Esta vez fue Cooper quien giro dramaticamente hacia la voz que nos llamaba. Maya nos habia reconocido desde lejos pero nosotros hubieramos pasado justo a su lado y no la habriamos reconocido: estaba de pie junto con una chica peliroja y otra rubia, parecia que estaban haciendo ejercicio pues llevaban botellas con agua y ropa deportiva. Esta es la cuestion: no habria reconocido a Maya ni en un millon de años de lo cambiada que estaba, habia dejado atras sus vestidos de niña, la ropa deportiva que ella misma decia que jamas se pondria dejaba ver sus piernas tonificadas, el abdomen plano, una joya se asomaba en su ombligo y se habia hecho el fequillo, nos sonrio abiertamente y alli fue cuando Cooper corrio hacia ella.

—Que cambiada estas, mira que hermosa estas... —Cooper la llenaba de halagos.

Me acerque a ellos, todavia impactado por su cambio, hasta se habia quitado los frenillos.

—¿Que sucede? —me decia ella mirandome fijamente—. ¿No vas a saludar a tu mejor amiga?

Le sonrei y corri a abrazarla, ella busco a Cooper con su mano y por fin nos abrazamos los tres. Teniamos una amistad que sobrepasaba fronteras y demostrabamos aun que la amistad entre una mujer y un hombre si se daba por muchos años.

—No saben cuanto me alegro de verlos —dijo Maya al separarnos, luego nos analizo de cabeza a pies—. Mira que hermosos estan, van a ser la presa de las chicas que les gusta los de primer año.

—No quiero relacionarme con nadie por ahora —menciono Cooper.

—Eso dices ahora pero este es el templo de las chicas guapas, creanme.

—Tu si que estas guapa —dije y ella sonrio—. ¿Quien te opero las tetas?

—Ay cierra el hocico, son completamente reales y como dijo Megan Fox, dos bombas para los muchachos... Vengan, les presentoa mis amigas.

Nos dirigimos a las dos chicas que acompañaban a Maya.

—Ella es Savannah —señalo a la rubia— y ella es Pilar, cuidado, son bien perritas.

Reimos y con Cooper nos presentamos formalmente, esperamos a que Maya se despidiera de ambas y tomamos camino hacia un restaurante que decia Maya era muy bueno.

—¿Haces ejercicio? —pregunte rodeando sus hombros con mi brazo.

—Si, te sorprenderia el tiempo extra que tienes en este lugar, ademas hay descuento para estudiantes.

—Tienes que tomar ese tiempo extra para estudiar, Maya —le decia Cooper.

—¡Agh! Lo se, prometi que este semestre lo sacaria adelante, estoy perdiendo mucho dinero.

Entramos al lugar y al fin me di cuena que habia estado mirando a Maya sin parar, era cierto lo que decia Cooper, estaba hermosa, era imposible no detallarla y ella se dio cuenta.

—Deja de chorrear la baba —me decia entre risas mientras limpiaba una falsa baba de mi cara—, ya se que estoy cambiada.

—Y mucho —anoto Cooper—, la universidad te ha sentado muy bien.

—¿Que me dicen de ustedes? Mira esos brazos —apreto mi brazo como un peluche—, mira esos rostros de portada de revista, debieron dejar corazones rotos en la ciudad.

—La verdad es que no —conteste—, tu si que debes estar dejando a todos sin la mas minima posibilidad.

—No falta el degenerado —reimos—, pero la verdad es que no, aunque se presta para muchas fiestas y encuentros no estoy en el momento de tener pareja.

Senti un extraño alivio.

—Dejare las fiestas por un tiempo... Aunque...

—¿Que? —dijimos Cooper y yo al unisono.

—Hay una fiesta de iniciacion para los de nuevo ingreso, tienen que estar ahi esta noche asi que pasare por ustedes a las 8, los quiero guapos como siempre.

—¿Ya nos vas a meter al mundo de las fiestas y el alcohol? Es nuestro primer dia...

—Quiero divertirme con mis chicos.