Sombras del Destino: Capítulo, El Origen de los Poderes

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Ari y el Legado Oculto

Ari no siempre supo que podía prever lo que las personas importantes para ella sentían o padecían. De hecho, sus poderes comenzaron a manifestarse de manera inquietante cuando tenía 13 años. Todo empezó tras un incidente que sus padres prefirieron olvidar rápidamente: la repentina muerte de su abuela, una mujer que siempre había sido una figura enigmática y misteriosa para Ari.

La abuela de Ari había vivido lejos, en una vieja casona en el campo. Era conocida por ser una persona distante, pero cuando Ari la visitaba, siempre notaba algo especial en ella: la capacidad de saber lo que estaba pasando en la vida de otros, como si leyera sus emociones sin preguntar nada. Ari pensaba que era simplemente intuición o experiencia de la edad, hasta que, un día, la visitaron en su lecho de muerte.

Antes de fallecer, su abuela tomó las manos de Ari y le dijo unas palabras que quedaron grabadas en su memoria:

—Tienes el don de sentir lo que otros sienten. Te llegará, como me llegó a mí. Pero no es solo un regalo, también es una carga. El destino nos sigue, querida, y algún día lo entenderás.

Aquella noche, después del funeral, Ari sintió una presencia extraña mientras dormía. Soñó con su abuela, pero no como la había visto por última vez, sino joven, fuerte y llena de vida. En el sueño, su abuela la llevó a una habitación oscura y le mostró un espejo cubierto de polvo.

—Mírate —le dijo—, y verás lo que otros no pueden.

Ari despertó sobresaltada y desde ese día, comenzó a notar pequeños cambios. Sabía cuándo su madre estaba enojada antes de que lo demostrara, sentía una ansiedad insoportable cuando su mejor amiga tenía problemas. Al principio, pensó que se estaba volviendo loca. Sus padres, estrictos y sin paciencia para cosas inexplicables, nunca creyeron en lo sobrenatural, así que Ari mantuvo su secreto.

Pero a medida que crecía, el poder se hizo más fuerte. No solo podía sentir lo que los demás estaban pasando; en ocasiones, era capaz de prever eventos dolorosos, como enfermedades o accidentes, antes de que sucedieran. Esto la aterraba. Las visiones la asaltaban en momentos inoportunos, llenándola de imágenes que no podía controlar. La advertencia de su abuela comenzó a resonar más intensamente. Sabía que este poder era un legado, pero no entendía su alcance, ni por qué solo ella lo había heredado. Y, sobre todo, no sabía que ese poder también estaba ligado a una oscuridad mayor que la perseguiría.

Elena y la Conexión Perdida

Elena siempre había sido una niña solitaria, criada en una pequeña ciudad costera. Nunca había tenido amigos cercanos, no porque fuera extraña, sino porque, desde una edad muy temprana, sentía cosas que no podía explicar. Podía sentir las emociones de una persona que ni siquiera conocía, y a veces, en sueños, veía a alguien, una figura nebulosa, sufriendo o riendo, pero siempre fuera de su alcance.

A los 12 años, todo cambió cuando, mientras paseaba por el muelle con su madre, sintió un dolor abrumador en el pecho, como si algo dentro de ella se rompiera. Cayó de rodillas y comenzó a llorar sin razón aparente. Esa noche, tuvo el sueño más nítido de su vida: vio a una figura en la distancia, alguien que parecía llamarla, pero nunca llegaba lo suficientemente cerca. El dolor que sentía en el sueño era insoportable, pero también estaba impregnado de una extraña sensación de pertenencia, como si conociera a esa persona desde siempre.

Con el tiempo, Elena comenzó a darse cuenta de que lo que estaba experimentando no era un simple dolor emocional. Era algo más profundo, algo que tenía que ver con una conexión que no podía explicar. Las pesadillas se volvieron recurrentes, y en cada una, esa figura se acercaba un poco más. Hasta que, un día, escuchó una voz clara en su mente: "Te estoy buscando".

Después de ese sueño, Elena empezó a sentir lo que creía que era el dolor de su alma gemela, una persona que compartía un lazo invisible con ella, aunque nunca la había conocido. No sabía dónde estaba esa persona ni cómo encontrarla, pero cada emoción, cada angustia, cada sufrimiento que experimentaba sentía que pertenecía a alguien más. Algo, o alguien, la estaba buscando también, pero la oscuridad y el peligro siempre parecían estar presentes.

Fue por eso que, cuando su familia decidió enviarla como estudiante de intercambio a otra ciudad, Elena lo sintió como una oportunidad para resolver ese enigma. Creía que estaba destinada a encontrar a esa persona, aunque no sabía que el destino también traería consigo una amenaza mucho más siniestra de la que jamás podría haber imaginado.

La Conexión Oscura

Lo que ambas chicas no sabían era que sus poderes estaban conectados desde generaciones atrás, cuando una antigua maldición cayó sobre sus antepasados. Ari y Elena formaban parte de un ciclo que se repetía cada cierto tiempo, donde dos almas se vinculaban en una especie de danza trágica entre el bien y el mal. Esta conexión atraía fuerzas oscuras que se alimentaban de su sufrimiento y tragedia.

El espectro que Ari vio en el festival no era una mera coincidencia. Era una manifestación de esa maldición, que había estado esperando el momento en que ambas estuvieran lo suficientemente cerca para alimentarse de sus miedos, sus dolores, y el amor que las unía. Su destino no era solo encontrar a su alma gemela, sino enfrentarse juntas a las sombras que habían acechado a sus familias durante siglos.

A medida que los poderes de Ari y Elena se fortalecen, también lo hace la amenaza. Su conexión es la única esperanza de salvarse de la oscuridad, pero para lograrlo, deberán desentrañar el misterio de su herencia y descubrir qué papel juegan en este ciclo de sombras.

Sombras del Destino   [Terminada] (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora