Historias de Halloween {ONE SHOT}

La vida después de la muerte (Parte 2)

El chico sabía que algo había pasado, el nunca creyó en la vida después de la muerte, o que existía un mundo después del fallecimiento.

Cuan equivocado estaba.

Víctor se despertó agitado, tocándose el cuello y mirando todo a su alrededor, seguía en el mismo sitio, en aquella habitación.

Llegó a pensar que todo había sido una pesadilla, pero vio a Victoria mirándolo, el chico se levantó del suelo y con una furia inmensa arremetió contra ella.

Vaya sorpresa se llevó al pasar a través del cuerpo de la chica.

El chico confundido se dió la vuelta y vio como Victoria estaba agachada en el suelo, inspeccionando algo, cuando Víctor se acercó, cayó nuevamente al suelo de la sorpresa y el terror.

Victoria estaba con una mano bajo la nariz del cuerpo inerte de Víctor.

—¿Qué pesadilla es esta? —pronunció el chico atónito.

Como era evidente, Victoria no hizo gesto alguno de haberlo escuchado o notado, pero Víctor no se dió por vencido, a gatas se acercó a ella.

—¿Por qué me hiciste esto?¿Qué ganabas?¿¡POR QUÉ!? —expresó Víctor desesperado, con lágrimas corriendo por su rostro.

—No va a funcionar de nada, ya no te oye —dijo una voz femenina.

Víctor se sobresaltó y llevó su vista hacia aquella voz aterciopelada, encontrándose con una chica inhumanamente hermosa, su belleza etérea dejó al chico descolocado por unos segundos.

—¿Y cómo es que tú me oyes?

—Porque también estoy muerta.

Víctor se levantó sacudiendo la cabeza, negándose a crees que realmente estaba muerto, pero ver cómo Victoria se iba por la puerta, atravesando a la chica nueva sin siquiera volver la vista, ver su propio cuerpo inerte en el suelo de aquella habitación, lo estaba llevando a creer que realmente había muerto.

—No entiendo nada —murmuraba el chico, pensaba que se iba a volver loco.

La nueva chica se acercó y se agazapó frente a Víctor, el observó a la chica también, cabello oscuro, ojos tan claros que parecían blancos y una piel de porcelana.

La chica llevaba un vestido de novia sencillo, nada extravagante como había usado Victoria, era un vestido entubado a su cuerpo, marcando las pequeñas curvas que la mujer poseía, lleno de bordados de copos de nieve.

—Soy Emily —dijo la chica, sacando así de sus pensamientos a Víctor —te ayudaré a entender este nuevo mundo —continuó mostrando una sonrisa radiante —.Por fin no estoy sola —susurró en última instancia.

—S-soy Víctor —tartamudeó el chico —¿Estaré aquí siempre?

Ella ladeó su pequeño rostro.

—No lo sé, solo tú sabrás cuando deber partir definitivamente —había dicho la joven.

Víctor se levantó, estaba aturdido y confundido, asimilando esa nueva realidad, se miró así mismo, llevaba la misma vestimenta y la palpó, podía sentirse así mismo físicamente, pero al hacerlo sentía un vacío enorme en el pecho.

Luego el joven caminó hasta la cómoda, intentando agarrar la botella de vino, observó como su mano la traspasaba, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero seguía sin sentir ninguna emoción real.

—¿Por qué existe esto? Es una tortura.

Víctor se sorprendió al sentir como una pequeña mano fría se amoldaba a la suya, sintió un cosquilleo en su propia articulación.