Número Equivocado |KM|

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— Papá, como puedes comprometerme en una cita con el hijo de los Johnson — Dice Jimin con el ceño fruncido.

Está mañana había salido de lo más tranquilo con su abuela, recorriendo las muy conocidas calles de New York, pasaron de compras y al final fueron a la cafeteria de la señora Rous, la amiga de Hannah su abuela, y cuando vuelve se entera que tiene una cita con Michael Johnson, un chico presumido, sin chiste y para colmo egocéntrico.

Jimin inmediatamente descartó la idea y justo ahora se encontraba en el despacho de su padre, haciendo un reclamo de podría decir.

— Es un muy buen partido para ti cariño — dijo Park Kiler, su padre.

— Pero... Ni siquiera tiene gracia, acaso no lo vez — Jimin hace una mueca — o no quieres a alguien que trate bien a tu hijo — menciona con ojitos tristes.

Kiler mueve la cabeza negando ante la carita de su hijo, abre el cajón de su escritorio y saca unos papales y los extiende hacia Jimin.

— ¿Que es esto?

— Léelo.

Su padre vuelve a poner toda su atención al ordenador, Jimin se sienta en uno de los sillones individuales del despacho y empieza a leer los dichosos papales, sinceramente nada tenía sentido, solo son unos papeles de cuentas y cosas que no entendía específicamente hasta que;

Universidad de Hanyang.

— ¿Que está no es una universidad de Seúl? — pregunta desconcertado, cambia la hoja por la siguiente.

— Sí, bueno tú decides, la universidad de Seúl o la cita con Michael — su padre pregunta pensando que así su hijo saldría con el hijo de los Johnson, para extender más las capacidades de la empresa aunque no lo necesitaran en absoluto, estaba seguro que Jimin aceptaría la cita, primera, porque Jimin no le agrada la idea de ir a estudiar a Seúl, la respuesta es simple, nacio en New York, se crío ahí.

— Equipare mi maleta y viajo mañana mismo — Jimin pone los papeles en el escritorio y empieza a caminar para salir del despacho, prefería mil veces viajar a un lugar desconocido y hasta el fin del mundo que salír a esa cita.

Kiler abre la boca desconcertado.

— Lo pensaste bien, solo te pagaré la universidad y para tus caprichos tendrás que trabajar ¡Park Jimin! — grita el nombre de su hijo con la esperanza que vuelva y le diga, " Está bien acepto la cita " .

— Le diré a mi abuela que contacte a su vieja amiga de Seúl para que me dé empleo en su cafetería.

— Pero hijo... No estás acostumbrado a trabajar.

— En esta vida todo se aprende, cuando nací ni siquiera sabía caminar y aprendí.

Jimin sale del despacho, sube a su habitación desconcertado, su padre lo quería poner entre la espada y la pared, pero está estaba muy equivocado si creía que lo convencería, tenia estándares con respecto a las citas y los amorios y Michael no llegaba ni a medias de todos ellos, a este paso terminaria solo, sin novio y menos con esposo.

Tal vez tendría que dejar de leer los libros que su abuela le regalaba, dónde sus estándares subían cada vez más y más alto.

Sacó su maleta y empezó a empacar lo necesario, si quería llevar más cosas tendría que llevar más maletas y sinceramente no quería llevar tanto, aunque llevaría como tres, si lo pensaba bien la universidad de Hanyang no estaba mal, es una universidad prestigiosa de seúl, conocería a más gente y sobre todo conocería la ciudad.

Lo mucho que ha viajado ahí son dos veces y no ha tenido la oportunidad de conocerla a fondo, incluso su abuela le regaló un teléfono de allá, bueno eso sucedió la semana pasada, no lo utilizaba pero ahora sí lo tendría en uso. Sacó la cajita de su armario dónde guardaba todos sus obsequios que le regalaba Hannah, incluso tenía unas cartas viejas que su abuelo le daba a su abuela en aquel entonces y quedo fascinado, deseando que alguien lo enamorara así.