Los hijos de la ceniza

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Capítulo uno

Gran Bretaña, siglo IX. En tierras asoladas por la guerra se alza un orfanato cristiano donde los niños víctimas de la guerra encuentran su hogar, allí llegó hace siete años un joven Tyr de once años. Su familia y todo su pueblo fue arrasado por el ejército expansionista. En la actualidad el joven Tyr se dedica a la caza y la recolección de leña, junto a el hacha de su padre "Acke" y su arco de caza elaborado por sí mismo. Los niños que alcanzan la edad de diecisiete años reciben la bendición del padre por medio de un colgante, solo así pueden salir al bosque. Se dice que en él viven espíritus de Helheim los cuales secuestran a los niños no benditos.

Un día Tyr regresaba de cazar un gran Alce en el bosque, se encontraban preparándose para el invierno

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Un día Tyr regresaba de cazar un gran Alce en el bosque, se encontraban preparándose para el invierno. Al regresar al recinto el joven es recibido por Igmar, el encargado de la cocina; este recibe el botín de caza y ofrece bebida caliente a Tyr. Luego, el chico recorre los pasillos del edificio observando a los otros niños quienes se han convertido en su familia, él se ha propuesto cuidar de ellos luego de que un grupo de cinco niños se perdiera en el bosque para nunca más regresar. Al final de este pasillo se encuentra la "habitación de caza" sitio en el cual Tyr pasa la mayor parte del tiempo cuando no está en el bosque, allí, limpia, afila y prepara sus armas para seguir con sus actividades al día siguiente.

Mientras el chico afilaba su hacha llegó allí Arne, joven de quince años el cual sobresalía por sus tempranas habilidades para la caza.

—Llévame contigo, mi estilo de caza elevado complementaría el tuyo —dijo Arne

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—Llévame contigo, mi estilo de caza elevado complementaría el tuyo —dijo Arne.

Tyr observó al chico con una sonrisa en su rostro.

—Aún no estás preparado Arne, no has recibido la bendición del padre; correrías mucho riesgo —dijo Tyr mientras seguía afilando su hacha.

—Quiero ayudarte Tyr, yo también quiero protegerlos a todos —replicó Arne.

—Entonces sigue entrenando y fortaleciéndote, ya llegará el momento, no podemos arriesgarnos —dijo Tyr.

Al escuchar esto Arne agacho la cabeza en signo de derrota y salió directo a su habitación.

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⏰ Última actualización: Nov 09 ⏰

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