𝐒𝐜𝐚𝐫𝐬 | 𝐁𝐛𝐚𝐧𝐠𝐬𝐚𝐳

Capítulo 1

Minji había estado ordenando la habitación durante la semana, debido a que el fin de semana llegaría su nueva compañera de habitación. Aún no entendía por qué Haerin y ella no podían simplemente compartir habitación. De todas formas, no se quejaban, aún compartían un pequeño balcón y un baño al estilo Liv & Maddie que quizás quedaría pequeño cuando las nuevas chicas llegaran.

La universidad no era para nada difícil, era difícil estar separada de su familia por tanto tiempo. El haber ido con Haerin a la universidad era de apoyo, pues ambas se necesitaban y ambas se recordaban a sus hogares ya que se conocían desde muy, muy pequeñas.

La habitación estaba como en un principio, incluso había pulido el piso. Por las noches, las dos camas individuales se unían para poder crear una cama mediana donde Haerin y ella podían hablar por las noches, ya que la vista desde ahí a la universidad era preciosa. Quizás podrían hacer un trato con las nuevas chicas e intercambiar compañeras de vez en cuando. Esta noche, sería la primera en que Haerin y ella realmente tendrían que separarse.

—¿Nerviosa, Min? —preguntó la chica, sentándose en la esquina de la cama de su amiga.

—Un poco. —le sonrió a su amiga.

—Te traje esto. —dijo Haerin. Pasándole un colgante de banderillas triangulares que deletreaban ''Min''— Hice uno parecido para mí, lo colgaré en mi lado del clóset.

—Gracias, Haerin. Es lo más gay que has hecho por mí. —dijo, despeinando el cabello de la menor.

—No te vuelvo a hacer nada. —giró los ojos la más baja. Se escuchó una voz en la otra habitación— Debo irme, la nueva probablemente se quiera apropiar de mis cosas. Suerte con la tuya, Min. —dijo, saliendo por el baño compartido.

Minji se quedó esperando, con las piernas cruzadas sobre su cama. Tomó la cinta adhesiva y comenzó a pegar el colgante que le había regalado su amiga minutos antes.

''Haerin, eres tan ridícula a veces, pero así te quiero.'' Pensó.

Acomodó de nuevo la cinta y comenzó a escuchar risas del otro lado. Haerin había tenido buena suerte, al parecer. Había escuchado múltiples quejas de amigas suyas durante la semana sobre sus compañeras de cuarto. Sus compañeras de cuarto serían las últimas en llegar y no sabían absolutamente nada de ellas, más que compartirían cuarto durante absolutamente toda su estadía en la universidad.

Knock knock.

Escuchó. Se acomodó el cabello y la holgada blusa y abrió con una sonrisa.

—Hola, soy Kim Minji. —saludó, inmediatamente sintió un fuerte hormigueo correr desde sus dedos hasta el principio de sus muñecas.

Su sonrisa desvaneció y por unos segundos se quedó observando a la chica que estaba parada delante de ella. Sabía quién era, sólo no podía recordarlo. De todas maneras, la chica también se quedó observándola, como si la reconociera de algún lado. Después de al menos diez segundos, la nueva devolvió el saludo.

—Lo siento. Soy Hanni. —dijo torpemente, sonrojándose mostrando una tímida sonrisa.

''¿Hanni? Tienes cara de todo menos de Hanni.'' Pensó Minji.

—Mucho gusto, Hanni —le sonrió de todas formas— ¿quieres que te muestre tu nueva habitación?

Hanni asintió, tomando sus maletas. Minji inmediatamente le ayudó con ambas.

—Es algo pequeña, pero te aseguro que tenemos las mejores vistas. —le sonrió Minji. Aún sentía sus manos hormiguear, y sus cicatrices, oh, sus cicatrices, ¿estaban ardiendo?— Esa de ahí es tu cama. Al lado está tu escritorio y pensé que quizá te gustaría estar más cerca de la ventana. Tenemos un amplio clóset, mi ropa está de lado izquierdo, pero puedo acomodarla si tú prefieres ese lado. De todas formas, tenemos un closet compartido con las chicas de al lado. —dijo, señalando el baño.