Saturn is full of wishes. 𝐡𝐞𝐞𝐣𝐚𝐤𝐞

❥ 01; Jaeyun tiene un crush

En el primer momento que la ruidosa alarma de Jake hizo presencia en su callada habitación, su sueño con el chico que vió el día anterior se vió interrumpido.

Jake lanzó un fuerte quejido contra el aire y su almohada fue a aterrizar justo al aparato que ni con eso logró acallarse.

Se sentó en su cama y se talló los ojos.

Había sido un sueño perfecto: El chico resultaba ir a su misma escuela y a su mismo taller de música. Le dijo que era nuevo en el vecindario y de inmediato se convirtió en su novio. Se tomaron de las manos y fueron a presentarse a las familias de los otros. Jake incluso recuerda al de cabello magenta haberse arrodillado frente a él, vistiendo un traje formal de la nada y pidiéndole que se convirtiera en su esposo. Al segundo siguiente ambos estaban casándose y prometiéndose amor eterno.

Y, cuando estuvieron a punto de besarse en los labios, esa estúpida alarma lo echó todo a perder.

Jake miró hacia el lado. Estaba amaneciendo y la luz del día se asomaba por su ventana apenas cubierta por las cortinas. El chico sonrió para sí mismo, pues recordó con emoción los sucesos pasados y se moría de ganas por contarle a su mejor amigo todo. Seguramente ambos alucinarían juntos.

Se puso de pie y decidió por fin apagar su alarma con pegatinas de su caricatura favorita de niño. Caminó hacia el baño y se preparó rápidamente para su día. Cuando salió minutos después no esperó encontrarse con su mascota ya despierta, así que la tomó en sus brazos y se dispuso a darle todos sus mimos matutinos que sabía bien ambos necesitaban en realidad.

—¿Cómo amaneció mi pequeño travieso? Si, travieso, eso es exactamente lo que eres, ayer me abandonaste, ¿recuerdas?— dijo con voz empalagosa, su gato rogando que lo dejara en paz. —Aunque, en realidad, debo agradecerte. Gracias a tí conocí a mi futuro esposo. Seguramente por eso lo hiciste, ¿no? Dejaste que se acercara a tí y te tocara porque sabías que ese sería tu segundo padre en el futuro, ¡por supuesto!

Matcha casi rodaba los ojos mientras descansaba su cabeza en el pecho de Jake. A veces no podía creer que tuviera un dueño tan delulú, aunque en parte era bueno que al menos ahora lo fuera por alguien real y no otro de sus personajes de animes.

—Debo prepararme para la escuela. No vayas a irte de nuevo, ¿oíste? A menos que te vayas a la casa de tu otro padre. En ese caso, avísame, así podamos ir juntos.— ahora lo levantó a la altura de su cabeza y lo miró directamente a los ojos. Hizo un pequeño puchero. —Ni siquiera sé si vivirá cerca como en mi sueño...

—¡Jake! ¡¿Ya te despertaste?!— la voz de su tía lo sacó de su burbuja de pensamientos fantasiosos y eso su gato lo agradeció secretamente.

—¡Sí, tía!— respondió alzando su voz.

—¡Baja a desayunar! ¡El autobús pasará pronto!