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Al día siguiente, Kurt se despertó con una mezcla de emociones. La confusión del día anterior aún persistía.

Mientras iba hacia el instituto evitaba todo tipo de pensamiento, tenía la mente nublada y no quería pensar en nada, así que decidió ponerse los auriculares y hacer como si nada, distrayendose con la música pero resultandole muy difícil.

Al llegar a la escuela, se encontró con Axl en el pasillo.

- Hola Kurt!- dijo el pelirrojo, sonriendo.

Kurt se sintió nervioso, pero intentó disimular un poco.

- Holaa.. - respondió, tratando de parecer como si no hubiera estado pensando en el todo el día de ayer.

Axl se iba acercando.

- ¿Queres venir a mi casa después de clase? Mi familia no va a estar.

El rubio se sintió emocionado, pero también nervioso.

- Uhm.. ¿Seguro?

Axl asintió con una sonrisa.

- Si claro, ¿por qué no? Me gustaría conocerte más.

Kurt aceptó, y se pasó el resto del día pensando en qué iban a hacer en la casa del pelirrojo, no podía prestar atención a su clase.

Después de las clases, ambos se encontraron afuera, Kurt lo siguió y fueron hacia la casa del pelirrojo. El camino fue divertido, se sintió cómodo y tratando de no pensar en nada logro tener una fuerte conexión con el. Ambos sabían que su vínculo era mucho más grande que la música.

Al llegar a su casa, Axl le enseño su habitación qué quedaba en el segundo piso. Tenía una casa muy linda y se veía muy cómodo, algo que el rubio le recalcaba y este agradecía.

Axl se sentó en su cama y le hizo señas con la mano al rubio para que se sentará también, Kurt se sentó junto a él.
La proximidad hizo que el rubio se pusiera nervioso.
Pero el pelirrojo no parecía notarlo.

- Me alegra que estés aquí, gracias por venir.- dijo Axl.

Kurt sintió un escalofrío.

- Bueno, me alegra estar aquí, no hay de que. - respondió.

De un momento a otro, la mirada de Kurt se encontró con la de Axl. Y todo pareció detenerse.
La mirada de Kurt se mantuvo en la del pelirrojo, y por un momento parecia qué el tiempo se había detenido.
El rubio se sentía nervioso pero no podía apartar la vista.

Axl se acercó un poco más, y el rubio podía sentir su aliento en la piel

- Me gusta tenerte cerca. -dijo Axl con una voz baja y suave.

Kurt sintió otra vez ese escalofrio qué había estado sintiendo en su espalda, estaba nervioso.

- No sé que decir. - respondió, con una voz apenas audible.

El pelirrojo sonrió.

- No necesitas decir nada. - dijo.

Había mucha tensión entre ellos, Kurt estaba muy confundido, pero emocionado a la vez, sus sentimientos se contradecian y no podía evitar ponerse nervioso por el contacto. No entendía que pasaba, pero no quería parar.

Axl se acercó un poco más, y Kurt pudo sentir su corazón latiendo en su pecho y su cara ardiente como una pava.

De repente, el teléfono del pelirrojo sonó, interrumpiendo el momento.
Este se disculpo y se levantó para contestar.

Kurt se quedó ahí, sentado en la cama, intentado reaccionar algo con todo lo que había pasado, no podía calmarse, su mente era como un problema de matemáticas, no entendía nada.

La espera se hizo eterna.

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⏰ Última actualización: Nov 12 ⏰

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"𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐚𝐜𝐞𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧"  - 𝑘𝑢𝑟𝑡𝑎𝑥𝑙  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora