You are Mine (Yeongyu)

016

YEONJUN

Beomgu y yo nos encontramos en la fila para abordar el tren KTX con dirección a Daejeon. Son las 6:15 a.m., y nos tomará menos de 50 minutos llegar a nuestro destino.

Al entrar, buscamos nuestros asientos, y cuando nos sentamos, Beom apoyó su cabeza en mi hombro e intentó acercarse más, aunque la separación entre los asientos no lo permitía.

El viaje, como mencioné, no fue largo, así que al llegar, bajamos sin ningún problema.

Yo me había encargado de rentar una cabaña donde nos quedaríamos esos tres días. La verdad, no me molesta hacer este tipo de cosas por él.

—¿Reservaste un hotel o algo así? —pregunta Beomgyu mientras subimos al taxi que nos llevará a nuestro destino.

—Mm, algo mejor, ya lo verás —le respondo. Él sonríe y se acurruca aún más a mi lado. Está con sus audífonos escuchando música, y no me sorprendería si se queda dormido. Me costó despertarlo cuando bajamos del tren.

Al llegar a nuestro destino, me aseguro de pagar el taxi. Al bajarnos, llevo a Beomgyu hasta la entrada de la cabaña y la abro. Él se queda sorprendido, y yo solo lo miro con una sonrisa.

—Esto es precioso... —dice Beom mientras camina por la entrada, observando todo.

—Precioso como tú —le digo, guiñándole un ojo. Él se sonroja y me fulmina con la mirada, pero yo solo me río por su reacción.

—Ven, Gyu, entremos —le digo, y él me sigue. Al entrar, se sorprende aún más con el interior, deja su bolso en el sofá y se pone a revisar las demás habitaciones.

Bueno, olvidé mencionar que solo hay una habitación grande con una cama matrimonial y una ventana enorme que tiene una vista increíble. La verdad es que Beomgyu y yo no tenemos ningún problema en dormir juntos, así que a él no le va a importar. Solo le va a encantar la vista. Simplemente, todo en esta cabaña tiene unas vibes tan Beomgyu.

Llevo el bolso de Beom junto al mío a la habitación, donde él ya estaba viendo por la ventana, ocupado tomando fotos. Lo miré sonriente, y él se dio cuenta, caminando hacia mí.

—Ya sabes cómo soy... es Daejeon, necesito unas buenas fotos.

Me reí y le tomé de la mano.

—Aún no hemos visto el patio trasero... —le dije, y él se sorprendió.

—¿Hay uno? ¡Ya quiero verlo! —dijo Beomgyu emocionado. Lo guié hasta el patio trasero, aún con mi mano entrelazada con la suya. En el patio había una piscina mediana, unas sillas para tomar el sol, varias flores, y todo lucía realmente bonito.

—Elegiste el mejor lugar, en serio amo esto... y te amo más a ti —me dice mientras me abraza y yo le correspondí rápidamente.

—Te amo más...

[...]

Beomgyu

Yeonjun y yo salimos a visitar un lago y dar un paseo por la zona. La verdad, me encanta visitar lugares nuevos y bonitos, pero esta vez tengo una sensación extraña. No quiero decir nada, pero desde la llamada extraña que recibí ayer cuando estaba con Yeon, me he sentido bastante observado.

—Bonito, ¿pasa algo? —me pregunta Yeonjun, y yo niego con la cabeza.

—No, todo bien —respondo. Yeon duda por un momento, pero lo deja pasar.

—¿Quieres ir a una cafetería? —me pregunta, y asiento inmediatamente.

—Sí, vamos —le digo y él me lleva a una cafetería cercana que tenía una bonita decoración.

—¿Qué quieres comer? —me pregunta mientras miramos el menú.

—Mm, un café con leche y un croissant. Eso está bien para mí —le digo, y él asiente, levantándose para ir a pedir.

Mientras espero, saco mi celular y de repente, recibo un mensaje que me hace estremecer.

Número desconocido:
—Te observo, Beomgyu.

Lo dejo en visto y levanto la mirada hacia la entrada de la cafetería, pero no veo nada ni a nadie sospechoso. Dentro solo hay dos chicos adolescentes que parecen tener unos 14 o 15 años, y una madre con su hijo. No creo que ellos sean sospechosos.

—Gyu, toma —dice Yeonjun, haciéndome dar un pequeño salto. Suelto una risa nerviosa para intentar calmarme, pero él frunce el ceño. Suspiro y agarro el café con leche y el croissant que pedí.

—Beom, estás raro. ¿Pasa algo? —me pregunta, y yo vuelvo a negar con la cabeza.

—No...

—No me mientas esta vez. ¿Por qué estás así? —insiste Yeonjun. Trago saliva y, después de unos segundos, respondo.

—Uh... es que... es algo raro —le digo. Él se pone serio, sin decir nada para que pueda continuar—. Mira... —Le paso mi celular mostrándole el mensaje. Su expresión cambia a una mezcla de enojo y preocupación.

—Mierda, ¿quién será? ¿Por qué te está molestando de esa manera? —dice Yeonjun, visiblemente molesto.

—Está bien, Yeon. No arruinemos esto. Comamos. Debe ser solo una broma de mal gusto —le digo, intentando tranquilizarlo.

—Está bien...—Me dice Yeon y empieza a comer, yo reviso la hora y veo que ya va a comenzar a anochecer.

—¿Podemos ir a caminar cerca del Expo Bridge después? —le pregunto, y él asiente.

—Sí, bebé. Luego de eso nos vamos a dormir y mañana si quieres nos pasamos toda la tarde en la piscina y pedimos algo para comer —me dice, y yo asiento.

—Me parece una buena idea —respondo sonriendo, y seguimos comiendo hasta terminar.

Después tomamos un taxi para ir al Expo Bridge. Es un lugar realmente lindo para pasear, especialmente con Yeonjun.

—¡Fotos! —digo, sacando mi celular. Yeon se ríe mientras comienzo a tomar fotos del puente y de nosotros.

—¿Te parece bien si subo estas fotos? —le pregunto, mostrándoselas. Él asiente.

—Salimos muy guapos. Claro que tienes que subirlas —me dice, y yo me río mientras me coloco frente a él.

—Sácame fotos, ¿sí? —le pido, entregándole mi celular.

—Claro —responde, y empiezo a posar para las fotos. Escucho a Yeonjun susurrar algo, pero no estoy seguro de lo que dijo y lo ignoro.

—A ver, ¿qué tal salieron? —reviso las fotos y quedo satisfecho.

—Te ves muy bien... —me dice, y yo sonrío.

—Gracias...

Yeon guarda mi celular en su bolsillo y me toma por la cintura, acercándome a él.

—Últimamente me tienes loco, Beomgyu. Mierda...

Me dice, y entonces me besa.

[...]

Aquí su actualización 😜, ahora  la meta para actualizar es de 30 votos JAKSJAK

Espero les esté gustando, gracias por el apoyo.