꒰veintitres꒱

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Minho y Félix miraron con una cara inexpresiva a aquellos dos que platicaban sobre el pasto

—Mamá... -jeongin tomo su mano- Deberías meterte, hace frío aquí.

—Ve tu adentro hijo... Mamá tiene que esperar el anochecer

—Pero mamá..

—Hijo, no discutamos, no me gusta que lo hagamos, ¿Okey? -la mujer tenía los ojos cansados, sus manos huesudas parecían congelarse

—Madre. Deberías dejarlo ir, el ya no está, han pasado ocho años, ¿No crees que ya es demasiado? -solto su mano y se paró furioso del pasto, dejando a su madre sola en el patio

Minho se enojo un poco, no le debía hablar así a mamá, sin embargo también comprendía el daño que su madre se seguía haciendo y el porque su hermano actuaba así

—Este niño malcriado -hablo la mujer, quien tomo a los tres gatos y se metió a la casa

Minho la seguía por detrás, notando que se le dificultaba subir las escaleras, Minho trato de ayudarla, pero no podía, al entrar a la habitación, noto de inmediato que sus gatos ya dormían con su madre, era impresionante, pues cuando el dejaba dormir a sus gatitos con el, su madre terminaba regalando lo y diciéndole que se podia enfermar por tenerlos tan cerca

—¿Estás listo? -le pregunto Félix tomándolo de las manos, pues su madre ya se había dormido y ya era hora de meterse en sus sueños

Minho suspiro, y seguido de eso asintió, en realidad no estaba listo, pero era algo que tenía que hacer antes de irse

Cerro los ojos, y Félix logro con dificultad que se metiera en el sueño

Todo era cálido, un paisaje con un sol enorme, hierbas de algodón por todo el lugar, era tan suave todo, y de repente, la vio a ella bajo un árbol

—... ¿Mamá?

La mujer despertó en el sueño, había escuchado a su hijo con claridez

—Hijo... -respondió cuando lo vio frente suyo, se paró y fue a abrazarlo, no estaba llorando, en ese sueño no podía haber tristeza

—Mami... -Minho sentía el nudo peculiar en su garganta, sentía que se podría asfixiar, pero entonces su madre acarició su mejilla, aciendolo acurrucarse en ella

—Cuanto has crecido mi niño... ¿Has estado bien? ¿Cómo te va hijo? -preguntó su madre con una sonrisa cálida

—Mami yo.... -evito expulsar lágrimas y mejor tomo un suspiro enorme- He estado bien... Me va muy bien madre... ¿Y tú? Pongámonos al día mamá.

Su madre con ojos brillantes comenzó a contar todo, comenzando con que había descuidado un poco a su hijo menor, el cuanto lo había extrañado, que entendía que había sido un accidente y que no había sido su culpa, que había cuidado bien a sus gatitos y que ahora ellos la acompañaban en su día a día

—¡Incluso tu padre vino a visitarno! -dijo entre risas- Pero no te preocupes, lo mandé muy lejos. ¿Vendrás a visitarme?

—No mamá.... Pero te estaré cuidado a ti y a mi hermano desde arriba, ¿Sabes algo? ¡Si existe el cielo! Yo creí que eran mitos y esas cosas del gobierno, pero resulta que si existe -dijo entre risas, haciendo reír a su madre, quien nuevamente le acaricio las mejillas

—Entonces antes de irte, ¿Podrías darme un abrazo que me dure toda la vida?

—Claro que si mamá...

Fue así como la abrazo, aferrándose a ella como nunca lo había hecho, respiro su aroma, y así como la abrazo, el sueño se esfumó.

Félix miro como al mujer no dejaba de llorar durante todo ese sueño, sin embargo no podía interferir, y cuando tuvo a Minho a su lado, lo saco de la habitación para que no mirara y escuchará a su madre

—Debemos ir con tu hermano, pronto amanecerá. -aviso y traspaso la puerta de la habitación del hijo mejor de los Lee

Minho hizo lo mismo y al entrar vio la habitación, había cambiado todo, antes era azul y tenía decoraciones de dinosaurios, junto con una galaxia colgando del techo, ahora esa habitación era completamente diferente, ya no había rastro del niño que una ves fue junto a el

—Yo dormía aquí con el -platico Minho- De echo había una litera, y una vez se callo porque el estaba en la parte de arriba -Minho comenzó a reírse al recordar aquella ocasión

—Minho, ¿Estás listo?

—Estoy listo -respondio con una sonrisa aguada en su rostro, y nuevamente con sus manos juntas a las de Félix, viajo al sueño de su hermano.

A comparación del sueño de su madre, está vez era diferente, un Jeongin tirado en el piso de un juzgado, todo parecía frio y oscuro, Minho movió a su hermano del piso, logrando que esté se despertara

—¿Hermano? -preguntó con sorpresa

—Hola mocoso -intento hablar más con el, pero el sueño cobro vida y de repente un juez apareció, dictando la sentencia de aquel individuo- ¿Que es esto?

—No te preocupes hermano, yo voy a hacer pagar a ese imbécil. -dijo decidido, tomo unos archivos y apunto de decir algo, Minho lo detuvo

—No.

—¿De que hablas? ¡Ese imbécil merece más años de cárcel!

—Lo se, pero es desgastante, no quiero que lo hagas...

—Pero hermano...

—Ya no Jeong... Ya no

—¡El debe estar más tiempo en la cárcel! -grito enojado, pero Minho lo abrazo y con ello bajo su enojo- Hermano... Tu mereces justicia

—Lo se, pero...

—No puedo dejar que salga y cometa nuevamente algo asi...

—Jeongin... Déjalo así, vive tu vida, no puedes aferrarte a esto... Han pasado años.. debes vivir y cuidar a mamá, no debes enojarte con ella, ella te necesita.. estoy tan orgulloso de ti hermanito ¿Podrías no volver a enojarte con ella?

—Hermano...

—Debes hacerlo, igual eres el único que tiene mamá, como hijo es tu deber, es tu deber hacerla feliz...

—..Te amo hermano...

—Yo igual hermanito... Te amo mucho.

Y tal cual con su madre, un abrazo basto para que aquel sueño terminará, un cálido, dulce y delicado abrazo de hermandad.


̗̀꒰Darksunᐢ⸼⸼ᐢ꒱

𝐓𝐮 𝐁𝐨𝐝𝐚♱ KnowMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora