I'm Done for you || Andy Biersack

Capítulo XX: I need your lips

Andy estaba celoso, el que tan solo mencionara a Jacky hizo que su semblante cambiara, para evitar que se enojara, me levanté y fuí a abrazarlo y besarlo.
-Quisiera que nos vieramos más seguido- me dijo apenas deje de besarlo.
-Igual yo- lo besé denuevo, entonces lo escuche suspirar.

Salimos del restaurante para caminar sobre la arena bajo la luz de la luna, él me tomaba de la mano entrelazando los dedos; definitivamente él era el hombre ideal, un caballero que es una fiera en la cama.
Mi corazón estaba dividido en dos, por un lado estaba Jacky, quien me ha hecho muy feliz desde hace un par de años, es un hombre increible, amo su forma de demostrarme cariño, su manera de besarme y de hacerme el amor; pero Andy, siendo tan sexual y atractivo, quisiera dejar de mortificarme y elegir de una buena vez, pero es que necesito tanto sus labios, no solo los de Jack o los de Andy, si tan sólo pudiera controlarme, esto no estaría pasando.
Tal vez, deba conocer más a Biersack, debe tener algo que me desanime y haga que deje de verlo y este solo con Jack... espera ¿qué está haciendo? Se está quitando los zapatos...

Andy me tomo en brazos y corrio hacia el mar, en instantes sentí las olas golpear nuestros cuerpos. Sin soltarme empezo a besarme, más lento que de costumbre, no había prisas, no nos estabamos escondiendo de nadie.
Ojalá que esta noche no termine, nunca.

Con las ropas húmedas y el cabello escurriendo caminamos hacía el hotel, subimos el ascensor para llegar a nuestra recamara.
-No podemos acostarnos así, nuestra ropa esta mojada- le dije.
-Tendremos que dormir desnudos entonces.
-¿Y quién dijo que ibamos a dormir?- le dije mientras quitaba mi ropa, en menos de un minuto me encontraba desnuda. Él sólo me miraba, atento a cualquier movimiento que hiciera, le di la espalda y recogí mi ropa del piso, y la acomodé sobre una silla, luego caminé hacia el baño y abrí la llave del agua de la tina, escuché sus ropas caer y luego ví como se acercaba a mi. Me abrazó por detrás rodeandome la cintura, sentía su miembro rigido sobre mis gluteos, me estremecí, me giré para verlo de frente, acaricié su pecho y besaba su cuello, para luego ir bajando poco a poco, tomé su miembro entre mis manos y lo froté contra mi pecho y después lo puse entre mis labios, lo introduje poco a poco en mi boca, Andy gemía, mientras yo jugaba con mi lengua; después de unos minutos, empezaba a gemir más fuerte y con ello vino su orgasmo, su nectar se encontraba en mi garganta, sin pensarlo dos veces lo tragué, saque su miembro de mi boca y me puse de pie, la tina estaba llena.

Andy entró en ella, luego yo me posé sobre sus piernas, él no dejaba de acariciar mi cintura y mi espalda, me abracé a él.
-No me quiero ir de aqui- le dije.
-No hay que irnos nunca...

the Stranger