-Capítulo 3-

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-Hombre Ejemplar-
-Skylar-

Me comienzo a hundir, puedo empezar a sentir la corriente mientras el agua llega hasta mis rodillas. El agua se ve hermosa. En tierra nací, y en tierra moriré.
Por alguna razón desconocida, mi mirada se desvía a la derecha. Tras unos arbustos y árboles hay una mujer y dos hombres, apunto de volver a mi final, puedo ver aun desde lejos que la mujer no quiere ir con ellos. Los hombres se la quieren llevar a la fuerza, la mujer se sigue resistiendo. Ambos hombres la tiraron contra un árbol, la desmayaron.
Si esos hombres la quisieran secuestrar, ya se la habrían llevado, pero no. A lo lejos puedo ver como se quitan el cinturón. La mujer está inconsciente, no puede pelear.

Pero yo sí.

Antes de que me de cuenta, ya estoy corriendo hacia ellos con una piedra en mano, no sé qué habrá hecho. Pero ninguna mujer se merece algo tan horrible. Para cuando estoy detrás de ellos, los hombres ya le destruyeron su blusa, cerdos. Antes de que le hagan algo peor, la piedra en mi mano ya golpeó a uno de los hombres, desmayandolo. El otro se percató y me volteó a mirar, gritando algo en español, que buen momento para no ser bilingüe. No logré golpearlo y se abalanzó contra mi.

"¿Muy gallito cabrón?"- El hombre gritó, aunque no entiendo español, estoy mas que seguro de que "cabrón" no es una palabra linda.
"¿Conoces a la morra?"
Antes de que me logre dar un golpe, cayó al suelo, inconsciente. La mujer está despierta y con una piedra aún más grande. Parece muy asustada, lágrimas caen por sus ojos, soltó la roca y se cubrió el pecho. Cree que yo le haré algo, que le haré daño como esos hombres intentaron hacerlo. Me recuerda a Helen, y como se aseguraba de nunca usar ropa ajustada cerca de la pareja de nuestra madre. Ella no quiere que me acerque, la entiendo, vi por años como mi hermana era acosada sin poder hacer nada. Es más fácil confiar en un animal salvaje que en un hombre. Pero no la puedo dejar aquí como si nada, la puedo llevar a un lugar donde esté segura, llamar a la policía para que se encargue. Pero tendrá que ser una oficial mujer, no se la entregare a un oficial hombre.

Me quité mi chaqueta y se la extendí. Por ahora, solo para que vea que no la quiero lastimar. La acepto.

Por alguna extraña razón, no le tardó demasiado en seguirme, aunque no ha dicho nada todavía. Tras llegar a la misma gasolinera de antes, me bajé del auto y ella me acompañó. A punta de señas, nos comunicamos y fue por algo de comer, a los minutos se juntó en la caja registradora conmigo.

"Cincuenta dólares en la bomba dos, por favor" -Me doy la vuelta y veo lo que la mujer trajo, una botella de agua nada más. No soy rico, pero tampoco pobre.
"La agua y el sandwich también," -Dije mientras sacaba mi billetera.
"Muy bien, ¿la chica viene contigo?"
"¿Y eso qué tiene que ver?"
"Pues tú venías solo al inicio."
"Solo haz tu trabajo, si no quieres que te demande por metiche."

Después de una mirada de mal gusto, y otra morbosa hacia la chica, volvimos al auto. La chica se sentó junto a mí, abrió la botella y tomó agua.

"Gracias" -Tiene una voz muy linda, pero no entiendo un carajo, está hablando español.

Solo asenti y saque mi celular, es claro que hay una barrera de comunicación entre nosotros, entre a la aplicación de traductor para intentar hablar con ella.

"¿Estás bien?" -Tras leer esto ella asintió.
"¿Quieres llamar a la policía? Podemos levantar un reporte por intento de violacion" -La chica perdio el color de su piel morena cuando leyó el texto, negó con su cabeza muchas veces.
"Por favor, no, no-" -La pobre se puso histérica, logre entender sus plegarias.

Las siguientes horas se sintieron del mismo modo, un sentimiento de angustia y paz. No se quien es esta mujer, pero le ayude.
"Debes ser un hombre ejemplar, que las mujeres se sientan a salvo al estar contigo." -Helen me lo dijo una vez, cuando me peleé en la escuela, le pegué a dos chicos con un bate de béisbol porque estaban acosando a una de mis compañeras. El sermón de mi hermana hacia mi fue horrible, me suspendieron por una semana entera esa vez. Pero después se alegró de que hiciera lo correcto. A final de cuentas logré cumplir un deseo de mi hermana.

Me pregunto qué pensaría mi hermana de Eleanor, solía decir que para que una relación funcionara, tenía que haber más que un deseo íntimo, por si el amor se acababa, se podía volver a reconstruir. Pero creo que para Eleanor solo fui un amante, no importa cuanto me haya hecho daño, ella no puede ser reemplazada.

Volteo a ver a la mujer, no se ve mayor de veinte años, muy joven para que esos demonios le intentarán hacer eso. Porque no eran hombres, eran demonios, solo ese tipo de criaturas encuentran dicha en el dolor de otros. No se como alguien puede seguir aun cuando escuchan la palabra no.
Pero hubo una vez que Eleanor no paró, no sentía dolor, pero ese día me sentía enfermo, pero no quería que ella se enojara.
Después de todo, tenía que ser un hombre ejemplar, y que Eleanor se sintiera segura conmigo.

Tras unas horas, me comenzó a dar hambre, olvide comprar algo para mi.

"Um-" -La chica se despertó, tras voltear a verla, me extendió una mitad del sándwich mientras ella empezó a comer la otra parte. Asentí, está frío, ya pasaron unas horas desde que lo compré, pero sabe bien.
Mi muerte, todavía pasará. Pero quiero hacer algo digno antes de eso, que mi conciencia esté un poco más limpia.

Realmente fue muy incómodo que los vecinos me miraran entrar con una mujer que no fuera Eleanor, creo que todo el complejo sabe de nuestro divorcio. ¿Como les explico que esta chica no es nada mio y solo le brindare ayuda?
Aunque no les debería de importar, pero creo que es algo normal, el juzgar sin saber.

Al entrar al departamento, mi primer instinto es tirarme en el sofá, estoy demasiado cansado, pero tengo que ayudarle a la chica.

"¿Qué quieres hacer ahora?" -Escribí en el traductor de mi celular, esperando una respuesta. La chica elevó su mirada hacia mí, tomó mi celular y empezó a escribir en el.
"No puedo volver, por favor."
"Podemos llenar un reporte."
"No, por favor,"

Le seguí insistiendo por mucho tiempo, pero sin importar que opción le diera, su respuesta siempre era no. Le ofrecí ropa cómoda y la opción de poder darse un baño, después de un tiempo, la lleve a mi cuarto.
Me recosté en el sofá, estoy demasiado cansado. Es irónico, yo debí estar muerto hace horas, pero ahora estoy a punto de dormir en el sofá para ir al trabajo al siguiente día. Y verlos juntos, verlos felices. Realmente no soy fan de esta rutina, pero eso puede esperar.

Tengo que averiguar en qué problema me acabo de meter con esa mujer.

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⏰ Last updated: Nov 11 ⏰

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Amor más allá de la FronteraWhere stories live. Discover now