Recuérdame [Stalia] {one-shot}

One-shot

Este fic participa en el reto "One-shot": 'Stalia' del foro Stalia_Marrish

-No, por favor, no.- dije con lagrimas en mis ojos mientras sostenía a Malia en mis brazos. El viento del desierto soplaba fuertemente dispersando la arena por todos lados, en la cueva que estamos casi todo estaba oscuro. Ella me miraba con una sonrisa y yo solo sollozaba.

-Gracias.- dijo en forma de susurro mirándome directo a los ojos.

-¿Por qué?- pregunté mientras fruncía levemente mi ceño y pasaba un mechón detrás de la oreja de Malia.

-Por regresar.- dijo ella antes de que escupiera un poco de sangre.

-Lo siento.- dije entre sollozos. -Siento no haberte creído.- de mis ojos comenzaron a brotar varias lagrimas. -Siento haberte dejado ir, siento haber dejado que estuvieras con Theo.- sentí un fuerte retortijón al pronunciar aquél nombre. Todo esto era su culpa.

-Te amo.- dijo mientras acercaba su mano a mi mejilla. -Te amo de todas las maneras en las que imaginas...- comenzó a escupir más sangre ahora de color negro.-Tú, tú eres mi ancla.- derramé una lagrima.

-Malia no, no te despidas.- comencé a sacudirla, mi vista se hacía cada vez más borrosa.

-Te esperaré.- susurró antes de que su mano comenzara a descender, sus ojos se cerraron en cámara lenta, su cuerpo se sintió más frío de lo usual.

-¿Malia?- pregunté sacudiéndola, pero no obtuve respuesta.- ¿Mal?- repetí, las lagrimas se estaban volviendo parte de mí.- ¡Malia, no!- grité, acerqué su rostro al mío; junté nuestras frentes mientras de mi garganta salían fuertes sollozos. Mis manos estaban en su mejillas frías. -¡Por favor!- grité mientras presionaba con más fuerza su rostro contra el mío.

Recosté su cabeza en mi brazo izquierdo y con el derecho rodeé su cuerpo, mi respiración era bastante acelerada cada vez que veía el rostro inexpresivo de aquella chica que algún día me había dado vida, ella me había devuelto aquella alegría. Aquellos sentimientos, que creía, estaban perdidos.

-¡Vuelve!- grité mirando hacía el cielo mientras abrazaba con más fuerza el cuerpo sin vida de la chica a la que amaba. -Te amo.- susurré mientras pasaba un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja.-Quiero intentar algo más.- susurré. Era hasta ahora que entendía lo que sentía por ella, lo que creí haber sentido alguna vez por Lydia, una sola palabra, pero con un gran significado, amor.

No, no quería dejarla ir. Aún nos quedaba mucho por ver, por vivir, eramos muy jóvenes para morir. "Es mi madre, Stiles; ella nunca me haría daño." recordaba una y otra vez las palabras que me había dicho Malia.

Pero yo sabía que no era del todo cierto, la loba del desierto no pensaba más que en su propio beneficio, uso a Malia para después asesinarla, claro; con la ayuda de Theo.

-¿Por qué?- preguntó la chica tocándose la herida causada por la bala, mientras miraba tristemente a las personas en las que había confiado, su propia madre y Theo. ¡Theo! Quien la había convencido por seguir buscando a su madre, quien la había convencido de dejar atrás al chico que le había prometido nunca dejarlo atrás, Stiles. Theo; quien había logrado que la coyote traicionara al amor de su vida.

-¿Creías que te amaba?- preguntó sonriendo Theo.- Por favor Malia, no seas tan tonta. El único que te había llegado a amar era tu chico humano, pero ni él, ni nadie te podrá salvar.- dijo acercándose a ella. Sacó una aguja con un líquido negro y le pareció ver a aquellos doctores que tanto atormentaba a su manada. El chico clavo aquella aguja en el cuello de Malia, ella de repente sintió como sus fuerzas abandonaban su cuerpo.