Visitar un almacén abandonado y quedarse buscando un supuesto "espíritu chocarrero" era algo que no estaba en la lista de las cosas que quería hacer Reigen esta tarde, sin embargo el dinero siempre era aceptado y en si era lo único que tenía para hacer este día.
Parecía como si hoy no hubiese problemas que atender, como si la gente no tuviese dudas y miedos sobre posibles espectros e espíritus malignos que pudiesen estarles atormentando.
Simplemente parecía como si hoy no existiese el concepto de espíritus malignos y todo lo que conlleva, por lo que durante todo el día se la paso en la oficina esperando a que alguien abriese su puerta y le pidiese ayuda con un espíritu maligno el cual el tuviera que "exorcizar" y así poder cobrar por su trabajo.
Desde jugar solitario en su computadora, ordenar documentos que tenía por el escritorio (para cuando entrase alguien poder verse profesional y pareciese que era muy pedido o trabajador), ver algunas noticias en la pequeña tele que puso en la oficina, entre otras cosas mas que hizo para distraerse y esperar; incluso se quedo mirando a la nada, simplemente esperando a que el universo decidiera hacerle caso a sus plegarias mentales y hacer aparecer algún cliente que le ofreciese algún trabajo.
Pero nada, simplemente no vino nadie.
Y fue así durante todo el día, el perdiendo el tiempo haciendo cosas mientras esperaba en vano de que alguien siquiera le hablara o entrara en su oficina.
Al final se acabo hartando de que no ocurriese nada, por lo que decidió salir y ( aunque le era algo bajo para el pues podría romper algo de su nueva y falsa reputación de "psíquico" que había creado hace unas 3 semanas) empezaría a preguntar por la calle a las personas si es que necesitaban alguna ayuda o algún problema que quisiesen que alguien resolviese.
Tardo unos 40 minutos hasta que encontró a alguien que necesitase su ayuda para un problema, aunque mas que un problema era un presentimiento y miedo que un anciano tenía y que quería que el checase para verificar si no ocurría nada raro.
Le pago bien, no mucho pero lo suficiente como para ser un pedido normal o un poco bajo de los que el solía cobrar. Por lo que fue por su carro y junto con el iría donde el señor le indico, llegando a las afueras de un par de almacenes algo alejados de la ciudad.
Ahora que lo pensaba bien... ¿Por qué un anciano conocía y temía de unos almacenes fuera de la ciudad? No era como si hubiese algún lugar o recinto cerca de aquí, siendo que lo mas cercano era un puesto de comida que estaba a unos 10 kilómetros de los almacenes.
Y ahora que recordaba bien, el anciano actuaba bastante raro, el no era un experto en como actuaban los ancianos pero sabía que no era normal que pasasen de una actitud ansiosa y preocupada a una mas relajada y contento en menos de 1 minuto; y junto a esa sonrisa feliz y calmada que puso en el transcurso solo hizo que pensase que el viejo tenía alguna enfermedad mental o simplemente la edad le estaba afectando.
En fin, casualidades de la vida.
Y por esas casualidades acabo metiéndose y explorando el lugar con el propósito de ver y asegurarse de que no había nadie o algo peligroso ahí adentro, aunque perfectamente podía encontrarse con algún animal salvaje o persona que se haya metido ahí y podría acabar dañado o sin dinero.
-Realmente debo pensar mejor las cosas y no actuar sin pensarlo dos veces- miraría con la linterna que tenía las oscuras partes del almacén al que entro, no encontrándose con mucho, solo cajas y mas cajas; realmente pareciese que el lugar hubiese sido abandonado hace bastante tiempo, con sus telarañas y polvo por doquier junto a las cientos de cajas que veía solo podía pensar que lo que hacía era un sin sentido aburrido, incluso para el. Empezaría a caminar hacía la entrada del segundo almacén, la cual estaba conectada con este almacén.
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Un cambio drástico
FanfictionUn solo cambio en la historia que provocara nuevos y diferentes sucesos. Solo un mentiroso psíquico y un chico medio demonio. --- Créditos a Fujimoto y a ONE