Capítulo 4: Descubriendo Gustos Ocultos

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Después de su primera cita, Valeria y Angelo empezaron a hablar con más frecuencia. A pesar de que sus charlas aún estaban llenas de bromas y desafíos, ambos sentían que estaban comenzando a conocerse en un nivel más profundo. Una noche, Angelo le envió un mensaje inesperado.

Angelo: "¿Qué música escuchas?"

Valeria sonrió, sorprendida de que él preguntara algo que no tuviera que ver con libros. Respondió sin pensarlo demasiado.

Valeria: "Un poco de todo, pero especialmente pop. ¿Por qué? ¿Tú también escuchas música?"

Angelo: "Claro, aunque dudo que tengamos los mismos gustos. Soy más de rock clásico y jazz."

Valeria frunció el ceño, imaginando a Angelo escuchando ese tipo de música seria y profunda. Era algo que le encajaba perfectamente, pero se sentía un poco desafiante compartirle sus propios gustos más ligeros.

Valeria: "Bueno, en ese caso, probablemente te horrorizaría saber que tengo una lista completa de reguetón y pop comercial."

Angelo envió un emoji de asombro seguido de un mensaje que la hizo reír.

Angelo: "¿En serio? Eso explica muchas cosas."

Valeria: "¡Oye! La buena música puede ser de cualquier género, no todo tiene que ser tan... serio y profundo."

Para su sorpresa, Angelo respondió rápidamente, como si estuviera esperando su argumento.

Angelo: "No es cuestión de ser serio, Valeria. Es que hay música que simplemente tiene más calidad... pero, bueno, tal vez no lo entenderías."

Valeria: "¿Ah, sí? A ver, dime una canción que tú consideres 'de calidad'."

Angelo le envió el título de una canción de rock clásico y Valeria decidió darle una oportunidad. Puso los auriculares, cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía. Aunque el estilo no era algo que escucharía normalmente, admitió para sí misma que la canción tenía un encanto especial. Al terminar, le escribió de nuevo.

Valeria: "Ok, debo admitir que es buena. Aunque sigue siendo un poco seria para mi gusto."

Angelo: "Te dije que tenía buen gusto. Pero bueno, ya que tú también eres 'una experta en música', envíame una de tus favoritas."

Valeria pensó en qué canción escoger. Quería elegir algo que reflejara su personalidad, algo alegre y vibrante. Finalmente, le envió un enlace a una canción de pop que siempre le hacía sonreír.

Minutos después, recibió un mensaje de Angelo:

Angelo: "Vaya... definitivamente es diferente a lo que escucho. Pero debo reconocer que tiene una buena energía. No está mal."

Esa simple aceptación por parte de Angelo sorprendió a Valeria. Le había parecido que él era demasiado crítico para siquiera considerar sus gustos, pero estaba comenzando a ver que, tal vez, Angelo podía abrirse un poco más de lo que imaginaba.

A medida que avanzaba la conversación, comenzaron a intercambiar más canciones, cada uno explorando un poco el mundo musical del otro. Valeria se encontró disfrutando de algunos temas que jamás habría escuchado por su cuenta, y Angelo parecía, poco a poco, perder ese aire de "superioridad" que había mantenido hasta entonces.

Finalmente, después de un buen rato de intercambio, Angelo le envió un mensaje que la hizo sonreír:

Angelo: "Vale, debo admitir que tienes algunos gustos interesantes, aunque sigues siendo algo superficial."

Valeria: "Y tú sigues siendo un elitista, pero, oye, ¡te tengo escuchando pop comercial! Vamos progresando."

Ambos rieron, y esa noche terminaron la conversación con una complicidad nueva. Entre la literatura y ahora la música, parecían estar construyendo un puente entre sus mundos. Aunque las diferencias seguían ahí, la curiosidad y el interés por el otro crecían cada vez más.

Hasta que estemos juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora