A͢t͢r͢a͢p͢a͢d͢a͢ p͢o͢r͢ u͢n͢ v͢a͢m͢p͢i͢r͢o͢ s͢ád͢i͢c͢o͢

꧁•⊹٭𝙴𝙻 𝙼𝙸𝙴𝙳𝙾 𝚈 𝚄𝙽 𝙳𝚄𝙻𝙲𝙴 𝙴𝙽𝙲𝚄𝙴𝙽𝚃𝚁𝙾٭⊹•꧂

Kaila se levantó de la cama, se refrescó con una ducha y se vistió con ropa limpia. Antes de irse, se agachó y le dedicó palabras cariñosas a su mascota, hablándole como si fuera una niña pequeña. Con un último beso, se levantó, revisó la hora en su teléfono y se dispuso a salir.

Kaila:—Suspiró y miró el reloj—Ya son las nueve y media, Zuri, me tengo que ir. Hasta luego—Con un último abrazo a su mascota, se levantó y salió de la casa.

Kaila tomó un taxi para ir al club nocturno. Después de un trayecto de veinte minutos, llegó al lugar y entró rápidamente, dirigiéndose directamente a los probadores.

Clara:—La saludó con una sonrisa—Por fin estás aquí. Tengo que saber qué te pasó ayer, estabas actuando muy extraña.

Kaila:—Se encogió de hombros y suspiró—Un tipo me atacó ayer. Me amenazó porque no quería ser una más en su lista.

Clara:—Con los ojos muy abiertos, exclamó—¡¿Qué?! ¡¿Por qué no me dijiste nada?! ¡Es imperdonable que te quedes callada!

Kaila:—Con un tono tranquilo, respondió—Lo sé, pero por suerte no me pasó nada grave. Si me volviera a pasar algo, te lo diría, pero espero que no suceda. De todas formas, no estoy sola, tú estás conmigo.

Clara:—Para cambiar de tema, dijo—Está bien, pero hay que apurarnos, ya casi son las diez.

Kaila:—Asintió—Esta bien.

Nos pusimos manos a la obra con el maquillaje. Una vez que terminé con mi look, me puse mi atuendo habitual, unas zapatillas altas y, lista para salir, me miré en el espejo.

Kaila:—Sonrió—Estoy lista.

Clara:—Asintió con una sonrisa pícara—Vamos, ¡que tenemos que atender a muchos clientes!

Kaila:—Asintió con un poco de miedo, apenas susurrando—Sí.

Salimos juntas del camerino. Clara se dirigió a la barra para atender a los clientes, mientras yo, junto con las demás chicas, me encargué de entregar los pedidos. Poco después, Clara me hizo una seña con la mano, indicando que me acercara junto a otra compañera. Nos dirigimos hacia donde estaba ella.

Lorena:—Se acercó a Clara, con una expresión de curiosidad—¿Qué pasa?

Clara:—Con una sonrisa amable, le dijo—Lorena, ¿podrías llevar estas cervezas a la mesa 38? Y también estas botanas, por favor?

Lorena:—Con una actitud dispuesta, respondió—Okey—Y se dirigió hacia la mesa indicada.

Clara:—Con una sonrisa le dijo a Kaila—Y tú, lleva esto a la mesa 70.

Kaila:—Asintió—Está bien.

Clara:—Con una mirada comprensiva, le aclaró—Si, es todo.

Kaila:—Asientió, con una sonrisa nerviosa-Perfecto.—Y se dirigió a la mesa 70.

Pasaron unos minutos...

Kaila:—Lllegó a la mesa y, con una sonrisa cortés, dijo—Aquí tienen su pedido: cinco cervezas y una botana grande.

Chico 1:—Con una sonrisa pícara, le dijo a Kaila—Hey, ¿no te gustaría hacernos compañía?

Kaila:—Respondió con una sonrisa amable pero firme—Lo siento, no puedo, tengo que seguir trabajando.

Chico 2:—Con una sonrisa fingida, le dijo—No nos desprecies, hoy es mi cumpleaños.

Kaila:—Con un ligero rubor en las mejillas, respondió—Bueno, solo una y ya.