Every night.

01.

Capitulo único.
(Eso creo.)

[Escuchad esta canción... Every Night - EXID.]

Tus dulces palabras aun resuenan en mi mente, como si fuera una reproducción única, donde tu voz fuera una grave melodía que me consume lentamente pero de una forma tan placentera, que el dolor es casi inexcistente pero esta ahí al fin y al cabo, y es algo que no puedo ignorar.

-JongIn, ven, estoy aburrido aquí solo, te extraño... Y LuHan se ha ido a China de nuevo.

Ahí estaba el dolor, tu te ibas a casar y yo, yo estaba sufriendo por un amor no correspondido. Que patetico. Se muy bien que solo me llamas para que tengamos sexo, como cada día de semana que Luhan no se encuentra en tu casa, como cada vez que huyes de la realidad y te sumerges en el placer que te brindo, que te regalo, en el placer tan adictivo que mi cuerpo te produce. No lo niego, me encanta proporcionarte placer, me encanta amarte a base de caricias pero eso no es suficiente para mi, para alguien que esta acostumbrado a tener todo lo que quiere, cada capricho. Aunque tú, te has vuelto mi capricho más grande.

Las calles a esta hora estan vacías, uno que otro taxi ocupa las calles tan llenas de basura, el frío esta presente hasta el punto en que se nota mi propia respiración. Amo el invierno, amo su frío extremo y las lluvias, que combinan a la perfección con mi estado de animo. Me he vuelto un depresivo por tu causa, un suicida que se lastima psicologicamente.
Mi vista se fija en aquella casa color blanco, en aquellas luces que me indican tu posición en este instante, probablemente me estas esperando. Mis comisuras por inercia dibujan una sonrisa, una pequeña. Avanzó a pasos agigantados, ya quiero verte. Gracias a Dios que me diste la copia de la llave de entrada, así nos ahorrariamos el lío de que me fueras a recibir. Entró como si esta fuera mi casa, como si todo lo que estuviera aquí me perteneciera hasta tú, pero no es así.

-Luhan, bebé, ya te he dicho que no haré nada. Joder, solo me quedare a ver una pelicula y me iré a dormir. Sí... sí, como digas. Enviale mis saludos a ZiTao y WuFan. Te amo.

¿Lograste oír eso? ¿Lograste oír como mi corazón se rompía en mil pedazos nuevamente? Aquella presión en mi pecho es tan igual a las anteriores, a las que ocurren a cada segundo en el que pienso en ti. Se que me estas mirando, ya que sin querer he golpeado la pared con mi codo, no sé como ocurrió, soy tan torpe.

Me sonries, te sonrio aunque en realidad quiera llorar. Tus pasos tan decididos, tan firmes, elegantes y sensuales te traen hacia mi, hacia la unica persona que logra saciar tu sed de placer, en otras palabras tu prostituta personal. Quiero llorar, pero lo soporto como siempre. Tus fuertes y trabajados brazos envuelven mi cintura, pequeña y estrecha, apegandome a tu pecho y es ahí donde me pierdo, en tu adictivo aroma a hombre y perfume caro, a sudor y elegancia, en todo lo que tu persona se refiera.

Mi mente me tortura como cada noche juntos.
¿Qué hace un chico de 16 acostandose con un hombre de 35, que se casara pronto y no te querrá más en su vida? ¿¡Qué!?

Siento tus labios en mi cuello, tan suaves, finos y húmedos. Tan torturosamente deliciosos. Ahogo un jadeo en mi garganta, me es tan dificil el no caer ante ti. Frunces el ceño, se que no te gusta que ahogue todos estos quejidos de placer. Simplemente sonrió y me apodero de tus labios. Nunca me gusto que fueras un hombre sin iniciativa, según tú, la perdias estando conmigo. Jamás me lo creí.

Consumimos nuestras almas en aquel baile de labios, los tuyos me acarician con abaricia mientras que los míos con un amor bien disfrazado, genial ¿No...?

(Narración de la autora.)

SeHun en aquellos instantes no pensaba que hacia, era adulto y esto no eras más que una jugarreta o eso era lo que su mente le decia, mas bien le gritaba. Pero había algo, una molestía en su corazón cada vez que miraba aquellos ojos vacios que JongIn poseía, en aquella sonrisa limitada. JongIn había cambiado y era su culpa. Su maldita culpa. Era conciente del enamoramiento del joven hacia él, el vocazas de JongDae lo había dicho mientras estaba ebrio y a decir verdad no lo creyó, porque el chico era tan frío al momento de hablar que lo encontraba ironico, mas sabia que los ebrios jamás mentian y es ahí donde su corazón se consumio en una molestía.