Capítulo 2.

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Jisung Pov.

La fuerte corriente me empuja y me saca del mar, haciéndome llegar a la orilla, mi piel arde y las olas siguen chocando conmigo, me arrastro como puedo y al voltear veo a una mujer en el agua, su pelo negro cubre mitad de su rostro, pero sus brillantes ojos amarillos me hipnotizan y ruegan por ir hacia ella. La mujer sale del agua y se sube sobre mi cuerpo, estoy completamente embobado por su belleza y su hermoso cuerpo, es la sirena que me estaba llamando en mis sueños, es ella.
Su cabello húmedo gotea sobre mi rostro, me sonríe y yo siento que mi cabeza va a explotar en cualquier momento, cuando intento decir algo ella coloca sus garras negras en mis labios, ¿cómo no las noté antes?, son aterradoras, pero no logro decir nada porque ella acerca aún más su rostro al mío y junta nuestros labios en un beso, beso que empieza siendo suave y placentero pero en pocos segundos se convierte en un juego macabro, con sus garras cortaba lentamente mi cuello, yo intenté gritar y moverme pero estaba preso en la arena.
Ella empieza a reírse frente a mi, el sonido de su risa es escalofriante y ensordecedor, pero está realmente feliz por estar acabando lentamente con mi vida, por estar desgarrando mi cuello y quitándome mi voz.

Grité con fuerza despertando de mi sueño y viendo a todos lados en mi habitación, eran las cuatro de la mañana, el sol a penas se asomaba y noté que la ventana de mi cuarto estaba abierta, las cortinas se movían por el viento y un sentimiento extraño me invadió, recuerdo bien haber cerrado la ventana antes de dormir. Me levanté estirando un poco mi cuerpo, escuchando como sonaban un poco mis huesos y mientras me acercaba a la ventana noté que en ella se encontraba una caracola blanca con manchas azules, me pareció extraño verla, pero quise pensar que fue mi padre quien la dejó ahí, él al igual que yo ama todo lo relacionado con el océano, es agradable compartir eso con él, así que estoy seguro que él la dejó ahí para mí.
Salí de mi habitación y bajé a desayunar, el pasillo estaba helado y la sala vacía, mi padre ya se había ido a trabajar y  escuché a mi madre en la cocina, cuando llegué hasta ella noté que ya casi terminaba de preparar el desayuno, la cocina emanaba un olor exquisito y el ambiente esa mañana era animado, mi madre cocinaba escuchando sus canciones favoritas y distrayendose cada cierto tiempo bailando, aunque eso significara poner en peligro de carbonización la comida.
— No se quemó nada, ¡lo juro! —dijo ella colocando el plato de comida frente a mi con una sonrisa—.
— Te creeré esta vez —dije regresandole la sonrisa—.
Al terminar de comer besé la mejilla de mi madre y salí de casa rumbo a la escuela, el día era más soleado de lo habitual, cuando caminé por la playa vi varios pelicanos volando y unos otros nadando, luego me quedé en el puente mirando un poco como la corriente se llevaba algunas hojas y flores de los árboles y cuando continúe mi camino me topé con algunos gatitos que siempre están por este lugar, seguro Jaemin se quedaría media hora acariciandolos.

Al entrar a la escuela no habían muchas personas en los pasillos, las clases estaban a punto de comenzar así que no sentí la horrible sensación de ayer, pude respirar con calma al notar que no había nadie cerca de mi murmurando cosas, pero la calma se acabó cuando estuve cerca del salón y escuché varias voces decir mi nombre entre burlas, mis compañeros de clase no sabían que estaba del otro lado de la puerta y que podía oír todo, ¿por qué son tan crueles conmigo?. El profesor me tomó del hombro, asustandome un poco.
— Casi llegas tarde, Park Jisung.
Habló con calma y una pequeña sonrisa que borró de inmediato al notar que de mi nariz comenzó a salir sangre.
— Vamos a la enfermería, ya mismo —me dijo—.
Llegué recostandome en la camilla de siempre, la enfermera colocó un algodón en mi nariz y me dijo que intentara dormir un poco, el profesor se fue no sin antes decirme que no me preocupara demasiado porque hablaría con todos en el salón y le pediría a alguien que me dejara apuntes de la clase.

Chenle Pov.

Desperté al escuchar muchas voces cerca de mi en la enfermería, cuando finalmente cesó el ruido intenté cerrar mis ojos nuevamente y dormir, pero pronto sonidos de suspiros pesados comenzaron a irritarme, al abrir la cortina que separaba mi camilla de la de al lado, vi a Park Jisung durmiendo. Otra vez él, necesito entender qué le pasa a mi cuerpo, por qué siempre termino cerca de él, no lo había visto nunca antes y ahora, parpadeo y está frente a mí. Era yo quien normalmente venía a la enfermería, pero ahora él está aquí casi todos los días, tiene un algodón un poco manchado de sangre en uno de los orificios de su nariz, me pregunto qué le habrá pasado, quiero decir, no me importa, pero parece doler.
Mi cuerpo se mueve solo, no logro controlarme cuando sujeto de sus hombros mientras él sigue profundamente dormido y comienzo a empujarlo contra la camilla, mi cuerpo quiere enterrarlo, quiero asfixiarlo, quiero que desaparezca, pero mis manos no quieren tocar su cuello por alguna razón.
— ¡Jisung! —escucho voces apunto de abrir la cortina—.
— Ah, ya tenías visita.
Jisung apenas abría sus ojos arrugando la cara por haber sido despertado por aquellos dos chicos, no se había fijado de mi presencia, pero no tarda nada en empezar a sonreír como idiota al verme. Jisung quien ya estaba más despierto, se sienta en la camilla y comienza a golpear el colchón para que yo tome asiento a su lado, ¿acaso cree que somos amigos?.
— Chenle, no sabía que estabas aquí, ¿te sientes bien?.
Me pregunta con tanta confianza y yo solo señalo dos veces con el dedo a mi garganta, notando como sus amigos me ven con desconfianza, Jisung vuelve a tomar mi mano haciéndome sentir un corrientazo mientras él sigue hablando, no puedo evitar sentir molestia a su tacto y no me importa expresarlo con mi rostro disgustado.
— ¿Sufres de algo en la garganta?, ah por eso tu voz suena así de bajito, ¿te duele? —continuó hablando—.
Es increíble cómo Jisung puede estar ignorando la presencia de sus dos amigos como si nada únicamente porque estoy yo aquí, la mirada de ambos empieza a irritarme, así que finjo una sonrisa y asiento respondiendo a sus preguntas, luego de eso, me voy a la otra camilla, recostandome en ella cierro los ojos para intentar dormir aún escuchando los murmullos de los dos amigos de Jisung.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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