Entre susurros, nocturnos y fríos,
resuenan palabras que hieren, vacíos.
Tu rostro regresa, tan cerca, tan cruel,
y aunque sé que me duele, te busco en mi piel.
Te acepto con miedo, aunque ya te perdí,
mi corazón pregunta: ¿qué esperas de mí?
Mi mente responde, lo sabe muy bien,
pero teme el vacío de un mundo sin "quién".
Mi respeto es escaso, mi amor es inmenso,
y aunque caigo herida, el dolor lo compenso.
Con lágrimas secas me envuelvo en tu red,
atada a promesas que nunca serán.
Tus caricias son grilletes, tus besos prisión,
y mi esencia se pierde en esta confusión.
Tus ojos me mienten, tus actos aún más,
y yo, atrapada, no puedo escapar.
Tu voz, una trampa, suave y letal,
confunde el amor con un juego banal.
Y aunque mi corazón se llena de pesar,
en tu anhelo me aferro, sin poder soltar.
Cada noche es un ciclo de lucha perdida,
mis sueños se rompen, mi alma rendida.
En tus brazos busco verdades que faltan,
pero solo hay vacíos y mentiras que aplastan.
Espero algún día hallar el valor,
de romper las cadenas de este falso amor.
Liberar mi alma de este tormento cruel,
y encontrar en mi soledad, mi propio papel.
(02 julio 2024)
El dolor más profundo no es el que proviene de las heridas externas, sino el que nace cuando nos damos cuenta de que nos hemos hecho daño a nosotros mismos.
Jamás me perdonaré.
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Cicatrices en el papel
PoetryUn viaje de despedidas silenciosas, donde los lamentos se ahogan en los ecos de corazones rotos y los enamoramientos se desvanecen como estrellas fugaces, dejando solo huellas de lo que nunca fue.
