Aprendiendo a Correr Con Los Lobos.

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Con miles de preguntas en mi mente.
Exclame, (oh maldita sea, por que a mi). Mientras soltaba un suave jadeo.
Mirándome al espejo del baño, sin obtener una respuesta, riendome como una maldita loca, mientras brotaban las lágrimas de mis ojos sin parar.
Repitiendome en mi cabeza, lo siguiente no caerá ni una sola lagrima de mi rostro, lloraré en el silencio, en lo culto donde nadie me pueda ver ni escuchar mis lamentos.
Pero era tan difícil, oh por dios, que mierda estoy haciendo mal.
Comenze a entrenar todas las noches para volverme un poco más fuerte, y recaia al día siguiente, pero odioba los medicamentos, así que fingía qué todo estaba bien.
Amaba la lluvia, así que lloraba junto con ella para aliviar mi sufrimiento, hasta empaparme por completo para que nadie se diera cuenta.
Mis lágrimas se tornaban negras, mientras rodaban por mis mejillas.
Es irónico que aún que lo hice, tratando de volverme tan fría como el everes, había una pequeñita llama dentro de mi que aun mantenía la esperanza de ser feliz, pero sin embargo me toco a la fuerza aprender a correr con los lobos. Pero yo no lideraba una manada sino mis sentimientos, aprendiendo a reprimirlos y a ocultarlos dentro de mi.
Aún que lo hice a la perfección, era muy difícil ya que soy alguien muy sentimental.
Es que no se cual, es el sentido sino podemos sentir.
Es como echar sal a una herida, que no deja de sangrar.
Al estar sola comenze a sentir, a estar tranquila a conectar con la naturaleza, sin tener que preocuparme o alterarme ni estresarme por lo que hacían o pensaban los demás, sentía una paz tan profunda, que no lo podía explicar.
Pero lloraba en silencio, fingía una sonrisa en mi rostro mientras rodaba una lagrima de mi, cuando todo mi mundo se desmoronaba por dentro, nada estaba bien realmente, pero no quería sentir la lastima de nadie.
Así que aprendí a ocultarlo dentro de mí, pero rompía en llanto cada vez. Se sentía como romper un cristal (fragmentos que se trizan con el más ligero toque) o una copa llena de vino, esperando que no se derrame ni una gota, que si toca el suelo sea ligera y silenciosa.
Todo se desprendia, como un castillo de arena, y no conocía el Decierto.
Ya estaba al borde de la locura.
Aunque aún me parece bastante injusto, pues la verdad es que, con el paso del tiempo, me he dado cuenta que siempre me sentí como si estuviera en los juegos del hambre, en mi mente tan fantasiosa aunque le tenía miedo a la oscuridad deseaba que viniera un vampiro hasta saciar hasta la última gota de mi para calmar su sed, (Sida’ cada herida se volvía un profundo corte en mi alma, que me llegaba directo al corazón) y cada gota de sangre se volvía tan dulce, ligero y espeso a la vez delicado que creaba un vino único, especial y diferente, a cualquiera que yo haya probado antes.
Una ligera esperanza en mi.
Mi sangre era tan dulce y adictiva, que me volvía tan atractiva, impresionandado a todos con mi belleza.
Me decían que parecía de la realeza, nombrando me así como su princesa.
Pero después, me volví su princesa “Queen” solo porque no me gusta los colores cálidos, ni la luz del día, solo por que prefería mil veces la noche.
Comenze a jugar con los demonios, en las noches, dejando de tenerles miedo.
Eran bastante agradables y su abrazo era más sincero que de cualquier humano, me protegian de todo y no me querían asesinar cada 5 minutos.
No saben lo mágico y bellizimo qué es mirar a la luna, junto a sus bailarinas qué eran las estrellas absolutamente todas las noches.
Pero no se puede curar una herida interna, con una venda. Ni siquiera el alcohol lo puede lograr, tan solo amortigua el dolor, pero lo que uno siente nunca deja de sangrar, si sentimos hasta el alma con tanta intencidad, por eso duele más que nunca.
En mi mundo de fantasía, ya no podia idealizar al príncipe azul que rescata a la princesa, o al héroe que salva al mundo y gana la llave de la cuidad, la verdad es que esas películas ya me parecían aburridas, lo que ahora esperaba era ver como el villano de una historia mal contada, hacia arder el mundo por ella.
En mi realidad resulta, que yo termine siendo la villana de algo lo cual no sé qué hice mal, o (eso parecía, ya no sabía si era protagonista o antagonista).
Pero juro que, aunque, me llené de tristeza, ira, rabia y coraje, me contuve mis ganas de asesinar a las víboras, que hablan mal de mí, aunque no las conozco bien pero su mirada y forma de actuar créanme que me lo decían todo.
Y si bien es cierto que atraemos a lo que tenemos miedo, pues eso es exactamente lo que paso y la verdad es que se sintió increíble y es el único error que sin pensarlo dos veces, incluso hasta una tercera, estaría dispuesta a cometer el mismo error, pero también creo que nadie deberia sentirse así, como yo me estoy sintiendo en este momento, así como que si no valiéramos nada, todo lo que me ha pasado hasta ahora no considero, que sea nada bueno en absoluto, siendo sincera, lo único que tiene de bueno, se podria decir es que me ha enseñado, ser fuerte en algo que ni siquiera, me merecía de eso estoy muy segura, de que jamás le hize algo tan cruel a nadie.
Pero la vida es muy injusta.
Ahora entre mi fantasía y la realidad, entiendo la filosofía de los villanos de todas y cada una de las películas que me he visto.
Esta historia iba de maravilla hasta que derrepente, después de varios intentos fallidos en mi vida amorosa y crecimiento personal.
Era momento de comenzar a vivir mi perfecto y propio Dark Romance, no lo creen.

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