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Tremendo griterío, eso era la comuna.
Empecé a mover los brazos nomá', el bebé (que nadie sabe el nombre) obviamente arrancó a los grito' y ni cuenta¹⁹ de calmarse todavía.
―¡A ver!―El bebé no se calmaba, algo tenía que hacer―¡Cállense carajo!
Martita 'taba inmutada viendo el mapa todavía, de a poquito se iba haciendo el silencio.
―Por favor, es horrible sí, asusta sí pero por favor tengo un bebé sin rastro de los padres acá, no para de llorar, no sé cómo se llama, no conozco a nadie más que a Kenai. Por favor, hablen con Martita, díganle a qué hora escucharon el bombazo, avisen si están lastimados, digan si tienen sed, pero por favor...Calmados.
La gente que recién había llegado fue a hablar con Martita, yo me alejé. Me alejé porque le pedí calma a todo el mundo y es lo que no tengo, 'tuve una hora embobado y cuando caí en cuenta de todo fue muchísimo a la vez. No estaba pudiendo nada.
Me senté en el piso en una esquinita de la comuna, usando mi mochila de apoyo para el brazo que estaba agarrando la cabecita del bebé.
Kenai se me sentó al lado, dándome una sonrisita como de pena.
―¿'Tas bien, gil?
No importaba mucho, al menos eso pienso ahora que veo todo de lejos. Kenai llegó con los padres, pero los dos sabemos porqué están acá. Los dos sabemos que Kenai está mejor cuando están lejos.
―'Toy bien, Keni. Me preocupa este chiquito nomás.
Le acomodé el poco pelo que tiene al bebé, ya estaba mucho más calmado pero obvio que era una bomba de tiempo antes que empeore, que precise leche materna, que precise cambio de pañal. Bomba...Bomba, bomba...
―Joaco,―Kenai me miraba de cerquita―¿qué te pasa?
―¿Aparte de no saber qué hacer con la criatura y estar bajo anda a saber qué ataque? Nada. Ah, también que dejé la casa de mi vieja.
―Dale, gil...Yo te entiendo. Es una mierda esto sí, te quiero ayudar nomás, aparte ni quiero andar cerca de mis viejos, ya sabes cómo son...
―Sí, ya sé...Bueno, ayúdame a ponerle nombre entonces, mientras no aparezca nadie habrá que llamarlo de alguna forma, ¿no?
―Sí...Eh, ¿Martín?
―Keni, por favor, qué nombre de mierda.
―¡Kenai, tu lapicera es una pija²⁰!
Se escuchó el grito de Martita desde la mesa, nos miramos con Kenai empezando a cagarnos de la risa²¹. Incluso en momentos así, agradezco no estar solo del todo.
―Bueno, a ver...¿Nicolas?
―Kenai, dios mío...Esteban le voy a poner.
―¡Ah, gil! ¿Martin es nombre de mierda y le querés poner Esteban? Ernesto.
―Enrique.
―Compro²².
Levanté a Enrique con las manos, mirándolo con una sonrisa de oreja a oreja. Kenai estaba igual.
―Te bautizamos...Enrique, de la mano de Kenai y Joaquin.
―Pero así parecemos matrimonio, gil.
―Ah, sí. Del culo nos sacamos el nombre, Enrique. 'Peramos que te guste y que no lo tengas que usar por mucho tiempo.
Martita empezó a llamar a todos de vuelta para la mesa, no éramos los únicos que se alejaron un poco después del griterío.
Nos levantamos con Kenai para ver qué habían arreglado, el mapa estaba acomodado en el medio de la mesa.

Nos levantamos con Kenai para ver qué habían arreglado, el mapa estaba acomodado en el medio de la mesa

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―Bueno...Esto es todo lo que sabemos con lo que me dijeron, las horas, su ubicación todo...Tiene un patrón, no sé si sea bueno o malo, pero como ven acá hay tres líneas donde van tirando prácticamente a la misma distancia cada una, siempre en punto, y media e y diez. Lo que yo veo es que van en patrones de tres, agarran una hora y tiran, a los diez minutos y a la media hora. Si siguen tirando en esas líneas seguro que nos tenemos que ir, pero yo no creo que se queden en la cortita...
Yo seguía y seguía mirando el mapa, intentando encontrarle un sentido a las horas, las posiciones, a todo. Incluso si Martita le encontró un patrón, no tiene sentido del todo lo que están haciendo.
―Un rombo completo...―Acomodé a Enrique en mis brazos, se estaba durmiendo―Están haciendo un rombo completo, si van de a tre', les falta hacer un rombo en el medio, ves que en el medio tiraron cuatro, después van a tirar tre' en las segundas línea'. Bueno, despué' tirarán dos y después una. Es todo geométrico su ataque.
Martita iba marcando con los dedos como sería eso, algunos movían la cabeza viéndolo también.
―Ta, sí...Vámonos a la mierda entonces, pa' aquel lado.
Martita marcó con el dedo la calle que estaba a la derecha de la comuna.
―Pero no hay nada pa' allá, Martita.
Miré a la muchacha que dijo eso, moviendo la cabeza cuando me acordé cómo era la calle esa.
―Hay sí, vecina. Hay como dos casa' creo...'Tan lejos igual.
―Bueno...es la que-
Un ruido finito. Todos contra el piso de nuevo. Una bomba a al menos tres kilómetros.
No pensaba nada más que agarrarle la cabecita a Enrique y taparlo con todo mi cuerpo.

¹⁹. Ni rastro. 
²⁰. Forma de decir una mierda.
²¹. Partir de risa/carcajadas.
²². Me convence.

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⏰ Última actualización: Nov 15 ⏰

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