Prólogo

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Cuándo el mundo estaba vacío y cubierto de sombras, los Dioses y Diosas existían en un reino Intemporal, más allá del espacio y tiempo. Pero había una fuerza primordial que los unía. La Diosa Madre, fuente de toda vida y creación, era quien había dado a cada uno de los dioses su poder y propósito. Ella les dio a cada uno un dominio para que pudieran equilibrar el universo.


La Diosa del Sol: brillante y radiante, cuyo calor traía vida a los mundos. En cambio los odiaba, ella era arrogante y aunque debía dar vida a la vez los aborrecía.


La Diosa de la Luna: Suave y mística, tejiendo sueños y secretos. Gobernaba la noche no obstante, también era la madre de los hombres lobos, Vampiros y brujas ya que les otorgaba a cada uno de estos un alma gemela.

La Diosa Terra: Madre de la tierra, la naturaleza y los ciclos, gobernaba el reino físico, las plantas los animales, y todo lo que tocaba la tierra.

La Diosa de las estrellas: La portadora de la sabiduría cósmica, tejía el destino y guiaba a los seres mortales con su luz distante.

Dios del destino: Tejiendo el destino de todos los eres vivos, observando el curso de la vida y las inevitables fuerzas del destino, podía ver el futuro de todos, humanos y inmortales. Pero no podía impedirlo solo daba advertencias cuando se acercaba una guerra.


Dios del caos: Aunque es temido por todos, Juega un papel crucial, ya que es el único capaz de enfrentarse al vacío, pues su dominio sobre las sombras le permiten ver lo que los demás no.

Él anhelaba el poder de sus hermanos, pues lo que le tocó no tenía vida: el vacío y la destrucción. Cansado de ser el hermano incomprendido, su deseo de alterar el orden lo llevó a desafiar las leyes cósmicas y a la diosa madre. Por eso hace 3,000 años la diosa madre lo castigo enviándolo al vacío al cual no tenía permitido salir, mientras el corazón del Dios del caos se alimentaba cada vez más deseando eliminar a todos los dioses y ser el único gobernante.



Por eso la diosa madre temiendo lo que su hijo planeaba, hizo que cada uno de sus hijos bendiga a un hombre lobo, alguien con corazón puro y con la valentía de gobernar; este lobo no iba hacer como los demás ya que llevaba la bendición de los dioses, pero
Cuando su poder saliera a la luz todas las especias debían arrodillarse ya que él era el Rey de todas las especies.

Por eso la diosa madre temiendo lo que su hijo planeaba, hizo que cada uno de sus hijos bendiga a un hombre lobo, alguien con corazón puro y con la valentía de gobernar; este lobo no iba hacer como los demás ya que llevaba la bendición de los dios...

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El mate de una DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora