UNO

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NARRADOR OMNISCIENTE

MARTINA NO era solo un rostro bonito en portadas de revistas; era una mujer que había logrado hacerse un nombre en el competitivo mundo del modelaje argentino. Había empezado a los 18, después que un fotógrafo la descubriera en las calles de Palermo Soho, y desde entonces no había parado de trabajar. A sus 23 años, ya había viajado por todo el mundo, desfilado en pasarelas importantes y representando marcas de lujo.
Pero si algo la definía era su sencillez. Pese al brillo de los reflectores, nunca dejó de ser esa chica de barrio con una sonrisa fácil y un sentido del humor que desarmaba a cualquiera.

Oriana había sido una de sus primeras amigas cuando dió el salto al modelaje. Aunque sus carreras eran distintas, habían coincidido en sesiones y eventos, forjando una amistad auténtica en medio de un ambiente muchas veces superficial. Sin embargo, con los años y sus agendas apretadas, sus encuentros se hicieron cada vez más esporádicos. Por eso, cuando Oriana la llamó después de enterarse que Martina estaba en Buenos Aires, ella no pudo ocultar su sonrisa.

— ¡Marti!— exclamó Oriana al teléfono, con la misma energía contagiosa de siempre— Tenemos que vernos, estamos organizando una cena en casa con Paulo y algunos amigos. Quiero que vengas.

— Paulo, ¿ese del que tanto me hablaste?— preguntó Martina, riéndose mientras revolvía su café frío. Conocía al famoso futbolista solo a oídos, a través de Oriana y de las notícias.

— Obvio. Pero es algo tranqui igual, lo prometo. Y…estreno nueva canción! Quiero que seas de las primeras en escucharla.

Martina aceptó sin dudar.
Extrañaba a Oriana y, aunque le intimidaba un poco la idea de estar en una cena con desconocidos, sabía que ver a su amiga lo valdría.

Martina se tomó su tiempo para prepararse esa noche. No era cualquier reunión; aunque Oriana había insistido en qué era algo “tranqui”, sabía que el entorno en el que vivía su amiga tenía cierto glamour inherente. Y como modelo, Martina entendía mejor que nadie que la primera impresión podía decir mucho, incluso en una cena con amigos.

Optó por un pantalón de jean gris ajustado y tiro alto que realzaba sus largas piernas, combinado con un top engomado que tenía cordones atrás. Y llevaba un abrigo de jean gris. En los pies se calzó unas zapatillas tranqui negras, para no resaltar tanto.

En cuanto al maquillaje, eligió un look natural pero pulido. Una base ligera que dejaba ver su piel luminosa, un toque de rubor en sus mejillas, máscara de pestañas para resaltar su mirada, y un labial nude con un ligero brillo. Sus cejas, siempre perfectamente delineadas, enmarcaban su rostro con precisión.

El pelo, su más grande orgullo, lo llevó semirecogido en una coleta con gel, y el resto del pelo lo dejó liso. Antes de salir, roció un poco de su perfume favorito, good girl, de Carolina Herrera, el cual siempre se quedaba impregnado por dónde pasara.

JUEGO PELIGROSO    | P. Dybala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora