*Capítulo 1: El Anuncio*La brisa marina acariciaba la piel de Izan mientras se despedía de las playas doradas de Ibiza. Había crecido en una isla donde el sol brillaba todo el año y la libertad parecía ser un derecho natural. Sin embargo, su vida estaba a punto de dar un giro inesperado. Su familia, los Llunas, con una tradición arraigada en el corazón de la isla, había decidido que era hora de mudarse a Madrid, una ciudad donde el bullicio nunca cesaba y las expectativas eran aún más exigentes.
En la capital, la mansión Llunas se alzaba imponente en un barrio exclusivo, rodeada de jardines que escondían secretos y susurros de generaciones pasadas. Aquel día, Izan se asomó por la ventana de su habitación, sintiendo cómo el peso de las expectativas familiares comenzaba a aplastarlo. La vida en Madrid era diferente; los compromisos sociales y las apariencias eran cruciales.
Sus padres habían decidido que debía casarse con Natalie Cortez, una joven hermosa y astuta elegida por su familia debido a su riqueza y conexiones. Pero cada vez que escuchaba su nombre, Izan sentía una punzada de desasosiego. Su corazón palpitaba con fuerza al recordar a Aisha Alonso de Valenzuela, su mejor amiga desde la infancia y la única persona que realmente conocía su corazón. Su espíritu libre y risa contagiosa lo habían cautivado por completo.
Izan siempre había sentido algo más profundo por Aisha, algo que iba más allá de la amistad. Sin embargo, el miedo a arruinar su relación lo había mantenido en silencio. Se preguntaba si ella también sentía lo mismo o si solo era él quien estaba atrapado en ese torbellino emocional.
Esa mañana, mientras el aroma del café recién hecho se filtraba por los pasillos de la mansión Llunas en Madrid, Izan sabía que algo importante iba a suceder. Su padre había convocado a toda la familia al gran salón, un lugar donde las decisiones se tomaban con solemnidad y sin lugar a la discusión.
Los murmullos cesaron cuando su padre se levantó. Con voz firme y autoritaria, anunció: “Es hora de celebrar el compromiso de nuestro hijo Izan con Natalie Cortez”. Las palabras resonaron en las paredes como un eco ominoso.
Izan sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. Su mirada se encontró brevemente con la de su madre, quien sonreía satisfecha, y luego buscó a Natalie entre los rostros familiares. Ella le sonrió con una confianza desbordante que le provocó un escalofrío. Pero en ese instante, su mente solo podía pensar en Aisha.
Un torbellino de emociones lo invadió: rabia por ser tratado como un peón en un juego ajeno, tristeza por saber que su amor por Aisha era considerado un capricho sin valor frente a las expectativas familiares. En un acto impulsivo y desesperado, Izan se levantó.
“¡No puedo! No puedo casarme con ella”, exclamó, sintiendo cómo todos los ojos se volvían hacia él.
El silencio fue abrumador. Su madre frunció el ceño mientras su padre lo miraba con incredulidad. “¿Qué dices? ¿Acaso no comprendes tu deber?” preguntó su padre.
“Entiendo mi deber”, respondió Izan con más valentía de la que sentía. “Pero mi corazón pertenece a otra persona”.
Las palabras estaban cargadas de desafío y miedo a la vez. Sabía que había cruzado una línea peligrosa; el laberinto emocional en el que estaba atrapado comenzaba a desmoronarse ante sus propios ojos.
Mientras los murmullos comenzaban nuevamente a llenar el salón Llunas, Izan sintió cómo las sombras del pasado lo acechaban. La vida tal como la conocía estaba cambiando para siempre. Y aunque sabía que el camino hacia Aisha estaría lleno de obstáculos e incertidumbres, no podía permitir que su destino fuera decidido por otros.
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cadenas de una traicion:un amor prohibido
RomanceIzan sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. Su mirada se encontró brevemente con la de su madre, quien sonreía satisfecha, y luego buscó a Natalie entre los rostros familiares. Ella le sonrió con una confianza desbordante que le provocó u...