Chocolate

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-¡DEVUÉLVEME EL CHOCOLATE! -Gritó Luke a todo pulmón.
"Con ese grito podría haber roto hasta los cristales del salón" pensó Michael.

-Ya es demasiado tarde, me lo comí todo. Pero si quieres esperar a que lo cague, te lo daré gustoso. -Dijo Michael con una gran sonrisa al ver su reacción. Era gracioso verlo así de enfadado por sólo 4 cuadraditos que le quedaban.

-Ojalá cuando los cagues no tengas papel ni móvil y estés solo en casa. -Dijo más tranquilo, pero aún enfadado con el teñido. Él sabía perfectamente que el chocolate era suyo. Le puso su nombre expresamente para que no pasara esto. Lo que no sabía el teñido es que si tocabas el chocolate de Luke podrías acabar con un brazo cortado y metido en el culo.

-No digas eso ni en broma, Luke. Me aburriría demasiado ahí solo, sin poder levantarme. -Dijo Michael intentando parecer serio, pero no lo conseguía. Esa amenaza le había hecho mucha gracia.
Luke miraba fijamente las caras que ponía Michael. No tardó en darse cuenta que el teñido seguía riéndose de él y no tenía pinta de que dejara de hacerlo. Así que se giró indignado y fue directo a su habitación. No solo se había atrevido a comerse su chocolate, sino a reírse en su puta cara "deberías agradecer que no te meta un paraguas por el culo y te lo habrá dentro" pensó Luke llegando a su habitacion. Cerró dando un gran portazo.
Michael se quedó solo en la sala, estaba atónito. Él sabia que Luke se enfadaría pero no hasta este punto.
Michael miraba el suelo. Le había entrado el sentimiento de culpa. Fue a coger su cartera y a comprar más chocolate. Tal vez con eso conseguiría que el rubio estuviese bien con él otra vez.
Caminaba por las calles y no veía ninguna tienda abierta, solo bares. Pensó por un momento en comprarle una cerveza ya que no veía otra cosa, pero la descarto rápidamente "Luke es capaz de reventármela en la cabeza y no acompañarme después al hospital" pensó.
Bufó. Era de noche y era obvio que no encontraría ninguna tienda abierta. Cuando estuvo por irse a casa y afrontar al rubio malhumorado, vio a lo lejos una tienda abierta. "Hay veces que la vida te sonríe" pensó mientras iba corriendo a la tienda antes de que la cerrasen.
Cuando llegó a casa, lo primero que hizo fue ir a la habitación del rubio. Le había comprado dos tabletas de chocolate, seguro con eso le perdonaba.
Se quedó parado en la puerta y tocó algo tímido, pero sin borrar la sonrisa de su cara.

-Lárgate. -Dijo Luke al otro lado de la puerta.

-Luke, ábreme. Traigo chocolate. -Dijo algo bajo, pero sabia que Luke le había oído. Él solo esperaba que la puerta se abriera, pero eso nunca pasó. Cuando iba a darse la vuelta, pensando que ni con esto podría conseguir que el rubio le perdonara, se abrio la puerta detrás de el. De ésta se asomó un Luke despeinado, al parecer le había despertado.

-¿Saliste expresamente a comprarme el chocolate? -Dijo el rubio algo confundido. Michael no era mal amigo, sólo que si algo suponía hacer un poco de ejercicio no te haría ningún favor.

-Si, Luke. Yo.. lo siento... no pensé que te sentaría tan mal que me comiera tu chocolate. Así que para compensarte, te compré dos tabletas -Dijo alzando la bolsa que llevaba a mano.

-Michael yo... No sé qué decir... Gracias, pero no vuelvas a hacerlo. -Dijo sonriendo, pero lo último iba muy en serio.
Michael rio, estaba feliz de que Luke le hubiera perdonado. Por otra parte, Luke se quedó mirando la sonrisa de Michael. Era bastante hermosa. Se le pasó por la cabeza algo que podrían hacer, algo que si lo juntabas con chocolate era estar en el paraíso. Se acercó a Michael con una media sonrisa. Michael estaba confundido, sólo hacía que retroceder hasta que chocó con la pared.

-L... Luke, ¿qué ha..haces?- Tartamudeó el teñido, estaba muy nervioso por la cercanía del rubio.

-Se me ha ocurrido que podríamos jugar a un juego. -Dijo Luke con una voz seductora.

-¿Qué juego? -Dijo Michael más confundido aún. No entendía por qué el rubio hablaba y actuaba así.
Abrió los ojos como platos al sentir los labios del rubio pegados a los suyos. ¿Por qué Luke le besaba? Sólo eran amigos. Su cabeza daba demasiadas vueltas con cosas que no llegaba a comprender. Se dio cuenta de que aún no había correspondido a Luke, pero el rubio no se despegó en ningún momento de él. Decidió seguirle el beso, porque al fin y al cabo le estaba gustando. El rubio besaba demasiado bien y eso no lo podía negar.
Luke fue bajando sus manos a las piernas del teñido. Le dio una palmada para que Michael subiera sus piernas en él. Lo llevó a su cama y lo tumbó con delicadeza. Empezó por quitarle la camisa.

-Lu...Luke, ¿qué v...vas a h..hacer? -Dijo Michael un tanto nervioso.

-Algo que de seguro te gusta Mikey. No te preocupes. -Cuando ya le quitó la camisa, fue a la bolsa donde Michael trajo los chocolates y cogió uno.

- Mikey, ¿te gustan los besos de chocolate? -Dijo Luke con una gran sonrisa Se estaba poniendo demasiado caliente de sólo pensar en besar a Michael con chocolate de por medio.

-¿Besos de chocolate? -Preguntó Michael, al ver como Luke le quitaba el papel a la tableta.

-Sí. Consiste en darnos besos con chocolate de por medio. No se para hasta que se haya derretido todo el chocolate. -Dijo simplemente. Rompió un cuadradito y lo llevó a su boca. Se acercó lentamente a Michael y volvió a juntar los labios con los suyos. Esta vez el teñido correspondió a la primera. Se estaba poniendo ya duro con solo besarle, era un beso que no le gustaría que acabara. A partir de ahora Michael se consideraba fan de los besos de chocolate.
Ya acabaron toda una tableta, Michael quería mas de esos besos pero cuando fue a levantarse para coger la otra, Luke se lo impidió.

-¿Qué pasa, Luke? -Dijo Michael mirándolo confundido.

-Me encantan los besos de chocolate pero, por Dios Mikey, lo que más deseo en este momento es estar dentro de ti. -Dijo Luke. Le dolían los huevos. Quería follarse al teñido ahora o acabaría reventando. Michael, por otra parte estaba demasiado rojo. Nunca había visto a Luke hablando de esa manera y menos refiriéndose a él. Estaba muerto de la vergüenza. Él quería llegar a más, pero no estaba del todo seguro. Sin darse cuenta, el rubio ya se había quitado toda su ropa.

-Mikey... Estás demasiado follable cuando te sonrojas... -Susurró Luke en su oreja. Al teñido le había encendido bastante eso. Apartó sus dudas y devoró la boca del rubio. Era lo que más deseaba en ese momento, así que si se tenía que arrepentir de algo, lo haría después.
Luke rompió el beso y empezó a lamer sus dedos, Michael solo miraba como lo hacía. Le estaba provocando. Lo supo cuando Luke sonrió mientras los seguía lamiendo.

-Mikey, date la vuelta. -Susurró Luke. El teñido sin decir nada obedeció.
Metió el dedo medio en la entrada del teñido cuidadosamente, lo último que quería era hacerle demasiado daño. Michael puso una mueca de dolor pero poco duró. Él echaba el trasero atrás para darle a entender al rubio que quería que lo moviera y así lo hizo. Metía y sacaba el dedo. Luego metió otro, Michael no hacia más que gemir y decir cosas sin sentido. Cuando Luke creyó que ya estaba preparado, alineó su pene en la entrada del teñido y entró lentamente. A Michael se le escapó un gemido de dolor, pero no dejó que el rubio saliese de él. Después de un rato, Luke se empezó a mover. Daba embestidas lentas y profundas. Michael gemía y movía su trasero para que las embestidas fueran más profundas.

-L...Luke y..ya llego. -Gimió Michael. Luke dio embestidas más fuertes mientras gemía el nombre del teñido. Michael gritó su nombre dándole a entender que ya había llegado. Luke dio dos o tres embestidas más y se corrió dentro de él. Salió lentamente de él y se tumbó boca arriba a su lado.

-Mikey. -Dijo Luke mirando al techo
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-Dime. -Susurró Michael recuperando el aliento.

-Debería traerme más a menudo chocolate. -Dijo Luke con una gran sonrisa, a lo que Michael sólo sonrió y asintió.

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2015 ⏰

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