LA LEYENDA

CAPÍTULOS DEL 714 AL 721

CAPÍTULO 714. ENFRENTANDO AL EMPERADOR; ¡GOLPEANDO AL TIRANO HASTA LA MUERTE! (1)

En la cámara de la emperatriz, Palacio Qianyuan

"Mi Emperatriz, ¿realmente va a hacerlo?"

La Emperatriz Sun estaba vestida con sus galas imperiales, su rostro parecía algo disgustada. Las ancianas mamás y las sirvientas que servían a un lado tenían expresiones de preocupación en sus ojos. Acababan de recibir una orden secreta de la guardia en la sombra de Su Majestad, ordenándole que eliminara lo antes posible al niño que llevaba en su vientre Ling Yulin, la esposa del tercer príncipe. Si no lo hacía, perdería su posición como emperatriz. Todos estaban ansiosos por ello.

"Ahora que Tian'er ya se ha enfrentado abiertamente al príncipe heredero, si pierdo mi posición, el príncipe heredero seguramente enloquecerá y nos morderá como un perro rabioso. En ese momento, no sólo yo estaré en peligro, sino que el palacio del quinto príncipe y mi familia también tendrán difícil escapar de la muerte." Qin Yunyi nunca había tenido intención de competir por el trono, pero ¿quién sabe si después de tener un hijo se lanzará a por él? La familia Ling que le respalda era muy temida incluso por Su Majestad, por no hablar del hecho de que la esposa de Ling Yucheng es el hermano jurado de la esposa de Su Alteza Qingping e hijo legítimo de la familia Wei. Si realmente intervienen, tendremos un duro enemigo más."

Los ojos de la emperatriz Sun se endurecieron y su rostro se tornó siniestro. "Independientemente de si tiene tales intenciones, ya que Su Majestad sólo me ha dado una opción, es mejor que muera el hijo de Ling Yulin que el mío. Si siempre se portan bien, una vez que mi hijo ascienda al trono, podemos simplemente concederles un título de ocio y dejarles vivir una vida próspera y estable."

Ninguna mujer inmersa en el harén era bondadosa, sobre todo porque ya era la emperatriz, sólo superada por el emperador.

"Habla sabiamente, mi emperatriz, pero el tercer príncipe y su esposa están encarcelados en el palacio de Guangling. Si enviamos comida bruscamente, seguro que no se la comerá."

Una de las viejas mamás asintió mientras fruncía el ceño. Este tipo de incidentes eran comunes en el palacio, y a ninguna de ellas le parecía mal. La razón por la que estaban tan apesadumbrados antes era principalmente porque la consorte del tercer príncipe procedía de una familia extraordinaria. Ahora que la emperatriz iba a arriesgarse a ofender a la familia Ling por el bien de su posición, no había necesidad de preocuparse tanto.

"Mammy Wang, ¿te has vuelto senil? Para deshacerse del hijo de alguien, ¿quién ha dicho que hay que hacerle comer algo?"

La emperatriz Sun la miró con desprecio y luego hizo señas a una sirvienta para que se acercara y le susurró algo al oído. La sirvienta asintió e hizo una reverencia antes de marcharse.

"Mi señora, malas noticias, malas noticias..."

Poco después de que la sirvienta se marchara, un joven eunuco entró corriendo presa del pánico. La emperatriz Sun frunció el ceño con tristeza. Mammy Wang, que había hablado antes, gritó severamente: "¿Modos? ¿Has olvidado las reglas?"

"Mi emperatriz, por favor, perdóneme la vida. Mammy Wang, por favor, perdóname..."

Al oír esto, el joven eunuco se postró de miedo inmediatamente. En palacio, las vidas de eunucos y criadas eran las menos valiosas.

"Olvídalo. ¿Por qué tienes tanto pánico?"

Agitando la mano con impaciencia, la emperatriz Sun cogió la taza de té que le tendía una sirvienta. Sus dedos levantaron delicadamente la tapa de la taza mientras agitaba suavemente las hojas de té que flotaban en la parte superior.