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"Aome vino con la perla, y se fue cuando está desapareció de este mundo, cualquiera que sea la misión que Aome tuvo en esta época, estoy segura que se acabó."
Esas fueron las palabras de la anciana Kaede justo después de aquella ardía pelea con el bastardo de Naraku, habían pasado solo 7 días desde que acabó aquella desgracia... Pero en momentos como este, a veces quisiera realmente volver a aquellos tiempos, en los que ella aún permanecía a mi lado.
Ese día ella lloraba luego de ser rescatada, sus dulces labios contra los míos fue algo tan mágico... ¿Porque fui tan tonto?, ¿Porque tardé tanto en darme cuenta que la amaba?, A mi Aome.
La aldea estaba hecha un desastre y aún así yo no paraba de pensar en ella, cada vez que veía a un humano, era ella, cada que salvaba a alguien, ahí estaba ella, sonriendo de aquella manera que solo a ella le sale de tal manera, porque es Aome, y solo Aome cura el alma con una sonrisa.
Mi mirada perdida, viendo al cielo, con ella aprendí que no soy diferente, que merezco vivir en el mundo que se me apetezca, que no debo sentirme avergonzado por ser un Hanyo, que soy solo yo, "Su Inuyasha."
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Estaba sentado al pie de la aldea, viendo el atardecer hasta que una palmada en mi espalda me hizo reaccionar.
—¿Que quieres Miroku? —Me volteé de mala gana viendo a aquel Monje el cual me acompaño en aquellos días de peleas.
—Vamos amigo, anímate, estás... Diferente desde que La Señorita Aome regreso a su época. —Me miro con el rostro angustiado.
—No es eso, solo estoy cansado. —Volví mi vista al frente. —¿Como esta Sango, Shippo? —Dije mientras veía como el día comenzaba a debilitarse y la noche tomaba el control poco a poco.
Miroku suspiró y se dejó caer a mi lado poniendo su báculo sobre sus pies.—Ellos están bien, amigo, Sango está ayudando en la aldea y Shippo tuvo que irse a uno de sus exámenes de Zorro mágico... —Se quedó en silencio por unos segundos. —Inuyasha, ¿Quieres que hablemos de ese día?
Asentí levemente.— Me alegra saber que todos estén bien. —Lo mire frunciendo el ceño y me levanté acomodando a Tesaiga en mi cintura. —Como ya les he dicho, ella está bien, está en su época, con su familia, donde debería estar. —Dije cortante y camine alejándome de el.
—Algún día tendrás que hablar, algún día colapsarás, Inuyasha. —Dijo antes de que el sonido saliera de mi campo auditivo.
—Ya está pasando, Amigo... —Susurre casi inaudible mientras me dirigía hacia la aldea.
3 meses después, La aldea había quedado como nueva, todos habían seguido su camino, no se porque pero Sesshomaru trajó a Rin a la aldea, dijo que tenía que estar rodeada de Humanos para que asi pueda escoger en un futuro con quién quedarse. Miroku y Sango por fin confesaron sus sentimientos hace casi 2 meses, hasta una hermosa boda estaban planeando, ¿Fabuloso, no?, Excepto por la parte que yo sigo divagando entre los recuerdos.
Mi niña de cristal ya no estaba, a veces me acostaba a dormir pensando que regresaría en algún momento, que la vería salir de aquel pozo con su gran cosa amarilla repleta de esa comida deliciosa, sus libros y cosas de más, de seguro me diría "Ya estoy de vuelta Inuyasha." O algo como eso, pero ya han pasado 3 largos meses y no hay noticias de ella, tal vez se halla olvidado de todos, tal vez realmente no la volveremos a ver, tal vez Aome ya yo pertenezca aquí.
—Amo Inuyasha, ¿No ha intentado volver con Aome? —Pregunto la vieja pulga Mioga.
—Pulga insolente, ¿Crees que soy tonto?, Claro que lo he intentado. —Mire al bicho con un poco de molestia.
—No lo sé, una vez escuché que si un lugar donde dos almas se reencontraron era sellado evitando que estas dos se vean, la única manera de verse sería que dicho lugar se abriera por los sentimientos de una de las dos personas, si Aome realmente lo ama, dentro de poco estará aquí, si usted realmente quiere verla, vaya al pozo. —Dijo la Puga dando pequeños brincos sobre mi hombro.
—No puedo volver al pozo, no lo haré. —Murmuré mirando al suelo.
—¡inuyasha! —Escuché la voz de Sango provocando que mirara hacia adelante.
—¿Que pasa, Sango? —Pregunte poniéndome de pie.
—Inuyasha, debes ver esto. —Dijo con una sonrisa mientras me agarraba del traje jalandome de vuelta a la aldea.
—¿Huh?, ¿Que pasa? —Deje que me guiara hasta una especie de cascada.—¿Esto qué es? —Pregunte al sentir como me soltaba mientras veía al frente.
—¿No es hermoso? —Yo solo me limité a asentir.
—Lo es... —Susurré y luego la miré.—Pero... ¿Para que me traes aquí?
—Inuyasha, he visto que no la has estado pasando bien desde que Aome no está... —Susurro y tapó mi boca antes de que comenzara a quejarme.—Te conozco, se cuando estás mal. —Suspiré asintiendo ante lo que decía.—Este lugar es muy hermoso... Te lo quería mostrar porque nos recordó a Aome... Puedes venir cuando te sientas mal... ¿Si?
Sonreí un poco y asentí.—Gracias Sango...
Antes de que reaccionará Sentí como Sango me rodeaba en un abrazo.
—Entiendo como te sientes, yo también la estoy pasando mal, extraño mucho a mi amiga... Pero, ¿Crees que si ella estuviera aquí le gustaría verte así? —Sollozó a lo que me sorprendí, ¿Estaba llorando?
Es verdad, Aome siempre me pedía que fuera amable, que mostrará más afecto y viendo estaba así, me perseguía hasta decirle que tenía...
—Lo se, pero.- —Volvio a interrumpirme.
—Solo me gustaria ver al Inuyasha de antes... —Me abrazo más fuerte y asentí.
—Esta bien... Haré lo posible.. —correspondí de una vez a su abrazo acariciando su cabello.
Holaa, am, espero les guste esta historia que he decidido comenzar luego de perder mi cuenta, la cual erá LisnetyLeyva todo mal, me iba bien ahí, pero espero también está sea de su agrado y me apoyen, así como yo haré lo mismo con vosotros, sin más, disfruten. Baibai.

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тнє тняєα∂ σf ∂єѕтιиу.
FanfictionInuyasha, el cual lleva tres años sin ver a Aome, luego de la desaparición de la perla, pasa por muchos momentos en los que descubriremos al fin el lado delicado de dicho Hanyo. Aome, quien desde que fue enviada a su época sueña con ver a su amado I...