°1: Mundos diferentes°

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Mel: Vamos, Thema, debes ser una señorita-dijo Mel con tono firme, observando a su hija mientras esta rodaba los ojos, luchando por dar un paso elegante en los tacones que le parecían una tortura.

Thema: Mamá, déjame quitarme esto! ¡Estoy sufriendo!- exclamó, arrugando la cara de dolor mientras intentaba no perder el equilibrio.

Mel: -No- respondió, su mirada fija en el horizonte, -hasta que levantes la cabeza, mantengas una buena postura y llegues al otro lado de la habitación.-

Thema: -¿¡En serio!?- gritó, furiosa, mientras trataba de avanzar con los tacones, cada paso más forzado que el anterior. -¿Contenta ahora?-

Mel: La madre, imperturbable, observó con una leve sonrisa. -Debes ser una señorita. Caminar con elegancia, mirar con elegancia. Ser una buena líder- dijo, con la mirada perdida en el balcón, como si ya estuviera mirando al futuro. -Algún día te casarás, tendrás una hija y todo esto tendrá sentido. Solo lo hago por tu bien.- Luego, giró lentamente, sorprendida de ver que Thema había dejado la habitación.

Mel suspiró, pero sus palabras se quedaron suspendidas en el aire. -Ahí está esa niña-

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La princesa se encontraba en un gran tubo llendose asta el lugar donde una persona especial la estaba esperando con algo muy peculiar.

Thema: -¡Wow! ¡Me la puedo quedar, por favor, por favor, por faaaaavooor!- exclamó, saltando de emoción, sus ojos brillando con un entusiasmo contagioso.

Heimer: "No sé quién sea, pero es… extraña," dijo Heimerdinger, mirando ala gran mascara- ¿Una lechuza?

Thema: ¡Sí, parece una lechuza!- replicó, acercándose ala mascara con curiosidad y una sonrisa radiante.

Durante meses, Thema había sido una visitante regular en el laboratorio del gran inventor Heimerdinger. Su pasión por los experimentos y la ciencia había hecho que ambos compartieran horas de creatividad e ideas, desarrollando proyectos que, en ocasiones, resultaban ser más brillantes de lo que esperaban.

Thema: Señor Heimer… ¿Cuándo me llevará a…?- Susurró, mirando alrededor con cautela, como si el lugar estuviera lleno de secretos. -Ya sabe a dónde me refiero…-

Heimer: El inventor la miró de manera seria, sus ojos llenos de sabiduría y paciencia. -Cuando estés lista, Thema. Y ahora, no lo estás.-

Thema: -¡Aaaaaah! ¿Por qué?- exclamó, frustrada y entrecerrando los ojos, como si la respuesta fuera obvia y aún así no pudiera aceptarla.

Heimer: -Allá abajo, en Zaun, es muy diferente a aquí, Thema. Tú eres la princesa de arriba, prácticamente. Debes estar arriba, no abajo, en donde perteneces.-

Thema: -Señor Heimer, yo soy la princesa de todo, no solo de Piltover. También de Zaun.- Su tono se volvió firme, un destello de determinación brillando en sus ojos.

Heimer: -Las personas en Zaun son desconfíables. Sobre todo, asesinas y crueles.- El inventor frunció el ceño, con la mirada fija en ella, como si quisiera transmitir la gravedad de lo que decía.

Thema: ¡AAAAH! Pero vamos, yo los protejo. ¡Sé karate!- exclamó con entusiasmo, haciendo algunos movimientos exagerados que terminaron en una caída dramática. Sin embargo, se levantó rápidamente, como si nada hubiera pasado. -¡Ves! Soy invencible.-

Heimer: -Eso es precisamente por lo que no vamos a ir. Es demasiado peligroso.-

Thema: -Mmmmm… eso es injusto. ¡Yo, la princesa Thema, la valiente, exijo que me lleve a Zaun!- Sus brazos estaban cruzados con determinación, y su mirada ardía con firmeza.

Heimer: -Jajaja, querida, no puedo hacerlo tan fácilmente. Ya pronto iremos, pero no ahora. Y mira, ya es hora de que regreses a Piltover.-

Thema: -¡Eres cruel!- protestó, molesta, dándose la vuelta en un arrebato.

Heimer: -Cruel, no… justo.-

Thema: -¡Es lo mismo!- replicó, levantando una ceja, claramente sin estar de acuerdo.

Heimer: -No, no es lo mismo.-

Thema: -¡Ya me voy!-dijo ella, molesta, comenzando a subir por el tubo por el que había entrado. "Si usted no me lleva, iré sola…-

Arcane: League Of Legends Donde viven las historias. Descúbrelo ahora