Encargo ♥︎ Jikook

02

La noche, o al menos lo que restaba de ella, había sido extrañamente tranquila y sin inconvenientes, JungKook descubrió que el pequeño cachorro de su amiga era muy tranquilo, no molestaba en lo absoluto, a excepción de cuando necesitó cambio de pañal a las tres de la madrugada y ambos tuvieron que mirar un tutorial en YouTube de cómo hacerlo porque no tenían ni la mínima idea.

JiMin era hijo único y JungKook evitó a toda costa cambiarle el pañal a su hermana menor cuando era un adolescente.

Su conocimiento era lo siguiente de nulo ante el concepto y la acción de cambiar pañales.

Aunque JungKook había comprendido al instante solo al mirar el video de tres minutos, el que terminó con su cabeza enredada fue JiMin definitivamente, solo no se lo dijo a su omega.

Eran aproximadamente las ocho de la mañana, HyeJin no había llegado por el bebé ¿Quién se creía esa omega? Increíble, había interrumpido su noche de pasión con su alfa para irse y tener la suya propia ¡Nada justo!

Era el único despierto y estaba preparando una buena taza de su café amargo favorito, el cual necesitaba definitivamente, pues la pequeña conversación no finalizada por el tema de un cachorro no lo había dejado dormir muy bien, lo confesaba.

Bien, realmente era algo muy apresurado y espontáneo, no tenían que volver a tocar el tema si no salía a la luz, pero por alguna razón, su lobo si quería hacerlo. ¿Podía culparlo? Tenía veintisiete años y no ha tenido ni siquiera el nudo de su alfa en los cinco años de relación que llevan por el simple hecho de cuidarse para no quedar en cinta.

Y hablando de JiMin, oh, JiMin dormía como un oso, alfa desgraciado.

Y bueno, Sujo desde la madrugada no se había despertado de nuevo.

O eso creía hasta que escuchó un llanto que anunció que el pequeño se despertó, probablemente con hambre o necesitando otro cambio de pañal.

Pasaron unos segundos y el bebé no dejaba de llorar, por lo que bufó, ¿Cómo JiMin no se despertaba?

—¡JiMin mira a SuJo mientras le preparo su biberón!

Solo escuchó un gruñido y como la cama crujía en señal de que el alfa perezoso se levantó, tiró una risita mientras caminaba hacia el sofá y hurgaba en la pañalera buscando las cosas para preparar el biberón.

—Dios ¿Por qué le puso tanta ropa esta mujer a un niño de dos años? —refunfuñó, sacando y sacando las pequeñas prendas hasta que encontró el biberón y la leche en polvo.

Caminó con ambas cosas hacia la cocina, y las dejó en la encimera, miró el biberón y luego la leche, bien, le hizo el biberón varias veces a su hermana menor, definitivamente sabía cómo hacerlo.

Calentó agua en el microondas por unos segundos y luego la colocó dentro de el biberón, seguido de dos cucharadas de la leche en polvo y empezó a batirla, colocando antes la pequeña tapa para que nada se saliera.

No pudo evitar reír un poco mientras resoplaba.

—¿Quién diría que yo iba a estar preparando un jodido biberón un sábado a las ocho de la mañana? Debería de estar acurrucado con JiMin en la cama. —Se quejó, pero de igual manera no dejaba de batir el biberón.

Hasta que escuchó un pequeño grito venir de su habitación, cosa que le hizo elevar una ceja y caminar rápidamente en dirección a la recámara que compartía con su alfa, con su omega ciertamente inquieto.

Al entrar pudo ver al pequeño niño sentado en la cama, mirando a JiMin con una sonrisa que seguidamente se convirtió en una gran carcajada, pues su cara estaba llena de talco, al igual que el suelo y las sábanas blancas.