Epílogo

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Con la llegada de la primavera, la nieve en la capital imperial se derrite poco a poco. Había pocas flores que brotaron al inicio de la temporada, pero el clima se volvía cada vez más agradable al pasar los días. 

Lejos de las grandes mansiones de los nobles, en la parte más declive de capital había un gran árbol hueco e inclinado, al soplar la briza helada un poco de nieve cayó de sus gruesas ramas y reveló un pequeño broto cerrado.

Aquel árbol lleva mucho tiempo sin florecer y durante el último invierno había agotado sus fuerzas para proteger ese brote, lamentablemente ya era muy viejo y no le quedaba mucho tiempo.Solo lamentaba no poder resistir hasta que aquellas hojas saliera, había esperado la primavera ansiosamente, pero este año llegó demasiado tarde.

Triste, sus frágiles ramas se rompieron de repente y su posición inclinada cayó aún más hacia un costado. Su momento había llegado, después de varias décadas finalmente se marchitó.

El viejo árbol pensó: "Me gustaría ver a la primavera brillar antes de irme"

A los lejos escucho a un grupo de humanos reír y gritar, los encontró muy molesto y esperaba que se fuera para que pudiera irse en silencio.

De repente ,emergió un viento del sur que no era frío, sino más bien cálido que trajo consigo alguna flor que cayeron suavemente sobre la tierra, en ese momento el viejo árbol vi una brillante luz siendo rodeado por esos pétalos como si saludaran a su viejo maestro y cantaban viejas historias de un tiempo detras.

El viejo árbol no podía explicar lo que presenció, pero si sintió extrañamente relajado

Tan cálido, todavía brillas como en el pasado. Espero que no te vayas de nuevo. No me gusta el frío

Sus palabras fueron susurradas, pero nadie puede escucharla, simplemente desaparecieron en el aire.

Del grupo de personas que pasaron, solo uno se detuvo y miró al marchito árbol.

— ¡Oye viejo Feng!

Al escuchar que lo llamaban, el joven se apresuró a alcanzar al grupo arrastrando su pierna lisiada.

— ¿Qué sucede?

— Nada, solo me pareció escuchar una voz que me llamaba. — sonrió suavemente — Debí imaginarlo.

— ¡Si,si como sea! Debemos darnos prisa si queremos comer algo hoy.

El joven estuvo de acuerdo y siguió amigo, mientras se alejaba tuvo la impresión que ya no hacia tanto frio y miro el cielo azul.

— La primavera ya llegó.

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⏰ Última actualización: Nov 18 ⏰

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Héroes: La historia continuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora