La última Despedida

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Disclaimer: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, son propiedad de Kyoko Mizuki e Yumiko Igarishi. Este es un songfic inspirado en la canción: "Say Something", escrita e interpretada por Ian Axel y Chad Vaccarino del dúo "A Great Big Wold", acompañado con Christina Aguilera. Realizo esta historia con fines de entretenimiento y sin ningún ánimo de lucro, sólo el ferviente deseo de liberarme de la espinita clavada en el corazón después de ver el anime y leer el manga. Por siempre seré terrytana de corazón.

SAY SOMETHING © 2017 by Sundarcy is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

TyC TyC TyC TyC TyC

... Es como si el reloj de la pared marcara el tiempo de una bomba...

Cada minuto... cada segundo... cada tic-tac que resuena en mis oídos, sólo me arrastra hacia adelante... a lo que más temo... a un nuevo destino... a una nueva realidad que no quiero aceptar.

No puedo detener su curso, ni invertir su recorrido, o mucho menos puedo desacelerar su avance. ¡Lo que daría por poder hacerlo!

Sólo puedo ver con impotencia cómo las manecillas del reloj siguen girando, cómo el tiempo va avanzando, y cómo yo continúo estando aquí, parado en medio de este pasillo de hospital... angustiado... completamente perdido.

"Respira"

Con gran dificultad, inhalo profundamente el aire que me hace falta. Mucha gente pasa, yendo y viniendo por los corredizos, pero yo casi no lo registro. Tengo el pensamiento aún confuso y la respiración breve, tratando en vano de controlar los acelerados latidos de mi corazón. La visión se me vuelve borrosa mientras el miedo se asienta lentamente dentro de mí.

Miedo... es como una sensación que me paraliza. Lo que comienza como una leve contorsión en mi estómago se va convirtiendo rápidamente en esta horrible sensación de ser sofocado por una mano invisible.

Es una lucha interna. ¡Mi propia lucha interna! Una en la que peleo contra todo esto que me enjaula, contra esta sensación que me asfixia y siento como mi cuerpo entero se retuerce por ser libre, a la vez que mi respiración se me vuelve más errática... más profunda.

Mi mente está empezando a fallar como un motor que gira una y otra vez, sin llegar a funcionar. No puedo formular ni un solo pensamiento. Lo único que sé es que cada una de mis acciones podría llevar a más dolor y que...

...y que parece que no hay forma de salir de esto.

Todo se asemeja tanto a una pesadilla. ¡Sí! Una horrible pesadilla en donde estoy atrapado... sin salida.

Soy capaz de sentir el sonido de mi propio pulso latiendo en mis oídos, y mis ojos palpitando sin descanso. No puedo oír mi rápida respiración, sólo puedo sentir el oxígeno entrando y saliendo de mis pulmones.

No tengo ni idea como puedo seguir soportando esto. En cualquier momento voy a explotar por todo lo que he vivido en la última hora.

Casi por inercia, miro dudosamente hacia la puerta frente a mí. Sé que ella está del otro lado y está hablando con Susana.

—Candy. — Su nombre sale de mis labios sin pensarlo.

Ella está aquí y ya sabe todo: el accidente, sus consecuencias.

Sigo en la espera, porque parece que no puedo hacer nada más que esperar, una espera que me está matando. Aprieto mis manos a punto de caer en la desesperación.

¡Ya no lo resisto más tiempo! Tengo que detenerme o en cualquier momento soy capaz de romper esa condenada puerta y sacarla de ahí ahora mismo.

¡Quiero que me escuche! ¡Quiero que entienda mi lado de la historia! Deseo que ella me ayude a resolver todo esto. ¡Los dos juntos!

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