Me enamore de...¿¡Un chico!?

Conociéndonos

Draken:

Semanas despues de la fiesta y el encuentro que tuve con Ryota, ya no nos volvimos a ver.

Hoy estoy tan aburrido, que ni solo quiero estar solo y despejar mi mente con un paseo al parque. Digamos que estas últimas semanas e estado tratando de evitar a Emma, no se equivoquen yo la amo pero no la puedo ver después de ese suceso.

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Cuando llegó al parque me dirigí a sentarme en la banqueta más cercana para descansar, y para mi sorpresa Ryota estaba sentado en la banqueta del frente escribiendo en una pequeña libreta, este mismo levanto la cabeza un poco, encontandome observándolo.

--¡Oh! Hola dragón, no esperaba encontrarme contigo ¿No estás con Mikey?--

--Hola, pues ya somos dos y no, no estoy con Mikey hoy quise tener un tiempo a solas para pensar en algunas cosas.--

--Ya veo, entiendo eso, pero ahora que ambos estamos solos ¿Por qué no aprovechamos de conocernos mejor?--

Era buena idea, no quería seguir sumergiendome en mis pensamientos así que acepte.

--Claro, no tengo nada mejor que hacer.--

--¿O sea soy tu última opción para escapar de tus pensamientos? Auch...-- Dramatiza el chico.

--No quise decir eso.-- Hablo nervioso.

Y bueno así comenzamos a conversar como por una hora media, la verdad teníamos varias cosas en común.

Mientras hablabamos se me ocurrió la gran día de invitarlo a comer un helado para seguir la tarde, es divertido hablar con él.

--¿Te parece si vamos a por unos helados? Yo invito.--

--¿Acaso esto se convirtió en una cita, rubio?-- Comento el chico en tono burlón.

--Ja, ja muy gracioso, ahora vamos antes que me arrepienta.--

--Bueeno vamos.-- Dijo mientras reía.

Nos dirigimos hacia la tienda de helados.

Cuando llegamos antes de comprar decidí preguntar que sabor quería para no cagarla.

--Y bueno ¿Que sabor quieres?--

--¡Quiero _____!--

--Esta bien.--

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--Oye Ryota...¿Te puedo preguntar algo?-- Dijo el rubio nervioso.

El castaño solo me miró y me dedico una sonrisa... Vaya si que es lindo, espera ¿Que? No, no yo solo amo a Emma a nadie más.

--¿Además de lo que me acabas de preguntar? Claro, no hay problema.--

¿No deja de hacer comentarios así? Bueno en fin, suspiré y tome aire para preguntar lo que tenía en mente.

--Tu...¿Recuerdas lo que pasó en la fiesta?--

--¿Que cosa? ¿Cuando me besaste? Si, si lo recuerdo vividamente, yo no estaba tan ebrio como tú.-- Río burlón.

--Ay Dios que vergüenza... Perdón por eso, Ryota.--

--Tranquilo, no pasa nada solo fue un 'accidente'..."Que si me gusto"--

--¿Dijiste algo al último?--

--¡No nada!-- Respondió con una gran sonrisa.

--Esta bien.--

Dios que vergüenza que si lo recuerde, no se que me pasó esa noche que me embriague tanto. Ryota me da un leve empujón que me saco de mi tranze.