I can't hear you.

-.Tercera canción.-

El vagabundo, que pedía dinero con un pequeño tarrito fuera del restaurante, entro para obtener un poco de calor, mientras se acercaba cojeando a la barra la jefa de Baekhyun se apresuró para poder sacarlo pero al llegar el recién nombrado ya le estaba estirando un plato con comida que preparaba todos los días por si alguna persona de pocos recursos entraba para ver si le daban un plato de comida, aun así la jefa quería sacarlo ya que podía incomodarle a los clientes, pero no se pudo resistir a la cara de súplica que tenía el pequeño, así que le dio unas pequeñas palmaditas en la espalda a aquel señor vestidos de estropajos y lo dejó pasar, al fin y al cabo no tenía tan mal olor.

Baekhyun le dio un plato de sopa caliente miente le daba la mejor sonrisa que tenía, si había algo que lo hacía feliz era ayudar a personas que lo necesitaban.

Mientras hacía los pedidos preparó un plato con una porción de pastel de frutas y se lo llevó al vagabundo que lo miro con cara agradecida, que quizás hace cuanto no comía, y siguió su camino con la cafetera en una mano lista para servir un café. Lo llamaron de una de las mesas de al fondo y al dirigirse hacia allá pasó por al lado de la mesa donde estaba sentado aquel orejón que llamaba tanto su atención y lo quedó mirando 'disimuladamente' mientras pasaba, sirvió y se dio media vuelta para mirarlo 'disimuladamente' nuevamente.

El pequeño con cara de cachorro se encontraba preparando café mientras veía a aquel chico de nombre desconocido hablar con el de piel morena otra vez, se acordó que aún no había levantado los platos que había ocupado el vagabundo, el cual ya se había ido, dio media vuelta al mesón y caminó para poder tomarlos y llevarlos al lavaplatos pero al hacerlo se dio cuenta que había un libro debajo de estos, justo lo que él buscaba.

-. Hay momentos en la vida en los que necesitamos un poco de ayuda.-

Ahí se encontraba Baekhyun practicando cada palabra que estaba en el pequeño libro que le había dejado aquel agradecido hombre. A la mañana siguiente despertó por los rayos del sol, se dio cuenta que había estado toda la noche en el restaurante y se había quedado dormido en uno de los cómodos asientos acolchados, justo al momento de despertar su jefe llegó con una taza de café caliente para que despertara completamente.