Jimin es un tierno omega que apesta, su hedor lo ha llevado a huir en incontables ocasiones porque nadie lo soporta. Pero cuando un grupo de alfas y omegas está a punto de asesinarlo aparecen sus nuevos alfas, quienes luchan para marcar su cuello.
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Los seis alfas estaban reunidos en el lobby del hotel, un lugar lujoso y elegante que contrastaba con la tensión en el aire. Hoseok parecía ser quien reinaba en ese momento, con sus hombres rodeando el lugar y una mirada de autoridad en sus ojos. Aún así, Seokjin no se sintió intimidado, había hecho lo que había hecho al igual que Taehyung y Jungkook, y no había roto ninguna regla.
—Si piensas que voy a disculparme te equivocas —soltó Seokjin, su voz petulante, el resto de los alfas contuvieron la risa, excepto Hoseok.
—¿Cómo está Jimin? —preguntó Hoseok, cambiando su expresión dura a una más suave, incluso sus ojos estaban llorosos y su rostro invadido de alivio. Su actuar sorprendió a los alfas, que no esperaban esa reacción.
—Ah... Está dormido —contestó Seokjin.
Hoseok asintió.
—Si vuelves a hacer algo como eso voy a acribillarte. ¿Comprendes? Tengo muchos enemigos y por un momento pensé que tal vez ellos lo tenían. Hijo de puta.
Se acercó a Seokjin, tomándolo de la camisa, y luego, al sentir el aroma de Jimin en su cuerpo, hizo una mueca de asco.
—Hueles a él, báñate.
Jungkook se rió, pero se notaba molesta en su voz.
—Y no querrás entrar en la habitación. Ese lugar apesta a sexo.
—Esto se está saliendo de control. ¿No creen que es mejor estabilizar el orden antes de ver quién va a follar con Jimin? Digo, yo muero de ganas, pero tres alfas lo han hecho y va a terminar paralítico o algo por el estilo.
La habitación se llenó de risas y comentarios, pero Hoseok no se rió. Su mirada seguía estando invadida de preocupación.
—Déjenmelo a mí. —Suspiró—. Quiero estar con Jimin a solas, yo... No lo voy a lastimar.
—Es lunes, es mi turno de estar con él —replicó Jungkook y Taehyung lo tomó del hombro.
—Vamos Jungkook, sé versátil. Hoseok ha estado alterado, alguien aquí debe ser maduro. —Jungkook empujó a Taehyung y salió del hotel echando chispas.
No quería compartir a su omega y mucho menos en su día, pero aceptaba que Taehyung tenía razón, los otros alfas, los que no habían tomado a Jimin seguramente se sentían como la mierda. La idea de compartir a Jimin con otros le revolvía el estómago, pero sabía que no podía evitarlo. Los alfas eran criaturas posesivas, pero también eran complacientes con sus omegas y Jimin era el omega de los seis, debían llevarse bien, tenían que compartir.
Por eso prefirió marcharse y dejar que arreglaran las cosas, después de todo él ya había disfrutado del omega. El resto de alfas, al ver que Jungkook cedió comprendieron también que no podrían mantener a Jimin solo para uno solo.
—Ve Hobi, disfruta de Jimin, pero el siguiente seré yo —dijo Yoongi mirando a Namjoon a los ojos, en su voz había resignación.
Namjoon encorvó los hombros, una sonrisa en su rostro.