Volveré a encontrarme

💐Sentimientos y una conversación💐

Cuando tenía 11 años conocí a un chico.

Cabello negro, ojos de color marrón oscuro, un pequeño lunar en su mejilla, sonrisa que iluminaba.

Me tocó sentarme junto a él mi primer día, mi primera reacción fue un "me cae mal".

Con el paso de los días su presencia se volvió costumbre y su ausencia se marcaba cuando no estaba.

Convirtiendose en el primer chico que me llamó la atención.

Pasamos de año y las cartas llegaron, con un anillo dentro de un sobre hecho a mano.

Las miradas comenzaron, los nervios en mi estómago me atacaron.

Y dentro de mi ignorancia, creí que el amor había encontrado.

El día que tuve que decirle que no fue doloroso a mi pequeño corazón.

Y aunque le llore, en unos meses le olvidé.

Pasaron los años y llegó alguien más, alguien que al principio mi atención no llegó a llamar.

Era lindo, sí que lo era. Pero era un amigo, al menos así lo quería al principio.

Me entendía, mejor que nadie en el mundo. Su sonrisa era la calma en medio del ruido.

Sin darme cuenta en qué momento pasó, mi corazón comenzó a saltar al sentir su presencia, su rostro, su risa y su voz no salían de mi cabeza.

De pronto aquello que había sentido por aquel chico era tan pequeño que no había comparación en lo absoluto.

Se volvió mi rayito de luz en medio de la oscuridad en la que se había sometido mi vida.

La tranquilidad en medio del caos.

Las músicas que me recomendaba se volvieron mi lugar seguro. Y aquella conversación pasó de ser una más, a ser la más especial.

“”

—¿Por qué comenzaste a recomendarme canciones?—pregunté una tarde en medio de una de nuestras diarias conversaciones.

—Un día me dijiste que querías entenderme—respondió él.

—¿Y eso que tiene que ver?—pregunté sin entender.

—Que la música es un paso para entender un poco de lo que hay en mi mente.

—Son canciones hermosas. Aunque algunas son tristes.

—Bueno, así me siento a veces.

—¿Sabes? Jamás creí que la música pudiera transmitir tanto.

—Rut, quiero decirte algo.

—¿Qué pasó?.

—Mientras me sigas conociendo, te recomendaré músicas así porque mereces escucharlas.
Y es que la vida con ellas es más bonita. Yo no sé que sería de mí sin la música en estos momentos.

“”

Ahora sigo escuchando cada canción, y trato de buscarle un sentimiento.

Trato de imaginar cuál te gustaría, y cuál te recomendaría.

La música es como un imán que me une a tu recuerdo.

Es el pequeño hilo que sigue atado a ti.

Algo que jamás había sentido con nadie.

Tu recuerdo se ata a mis pensamientos.

Ya han pasado cuatro meses desde nuestro último encuentro y aún no logro sacarte por completo.

Y lo peor es saber que no eres la persona para mí, lo peor es saberlo y aún así no poder soltarte.

Y me aterra pensar, que la persona indicada puede llegar en el momento menos esperado y que yo siga atada a ti.

Por ese motivo debo soltarte.

Ya van casi dos años.

Ya es hora.

Pero aún me falta algo. Necesito una explicación.

El día que la obtenga te dejaré ir del todo.

Hasta entonces, intentaré sacarte de algún modo.

💐.