En los años 70:La esposa malcriada

42

Capítulo 42 ¿Las marcas de dientes de la mujer en el hombro?

Una voz baja y ligeramente ansiosa llegó desde atrás. Xie Lanzhi corrió hacia adelante, sostuvo la espalda baja de Qin Shu con una mano y la sostuvo en sus brazos con mucha suavidad.

Qin Shu entró en pánico y fue apresurada hacia su rostro, envuelta por una fuerte aura hormonal.

El cálido aliento del hombre roció su cuello y penetró a lo largo de su piel y su ropa.

Los recuerdos ambiguos de anoche vinieron rápidamente a la mente de Qin Shu como fotogramas de una película.

Sus rubias mejillas se tiñeron instantáneamente con dos destellos de rojo brillante, y sus ojos se evadieron, sin atreverse a mirar directamente a Xie Lanzhi.

Hubo silencio.

El aire estaba mezclado con ambigüedad, fermentando incontrolablemente y extendiéndose rápidamente.

"¿Cómo estás?"

Xie Lanzhi aflojó los brazos alrededor de su esbelta cintura y preguntó en voz baja.

Qin Shu se puso de puntillas y puso los pies planos, su corazón cayó lentamente mientras levantaba la cabeza y no pudo evitar levantarse el cabello por las orejas.

"Está bien, simplemente no presté atención a mis pies cuando me levanté".

Se agachó para levantar el banco volcado y luego levantó la tapa de la humeante olla de arroz.

Xie Lanzhi dio un paso adelante para ayudar: "Lo haré".

Sus manos se tocaron accidentalmente.

El cuerpo de Qin Shu se puso ligeramente rígido y de repente levantó la cabeza, mirando un par de ojos profundos tan negros como la tinta del jade.

Las cejas de Xie Lanzhi mostraban un poco de alienación, tomó su manita suave y la alejó.

Sólo escúchelo decir en voz baja: "Hace un poco de calor, lo haré".

"Ah, está bien."

Qin Shu dio un paso atrás para evitar el área envuelta por la fuerte aura del hombre.

Se dio la vuelta para servir la comida y se fue a toda prisa, sonando como si estuviera huyendo.

Al mediodía, los dos se sentaron frente a frente y terminaron su comida sin ningún tipo de vergüenza.

Xie Lanzhi entró al dormitorio de acuerdo con las reglas para prepararse para el tratamiento de acupuntura y descubrió que la colcha de la cama no estaba doblada.

Qin Shu lo siguió y giró ligeramente la cabeza para mirar la cama desordenada.

Se obligó a calmarse y dijo: "Ese día me desperté tarde y aún no he tenido tiempo de doblar la colcha. ¿Por qué no vas a la casa de al lado?".

Xie Lanzhi dijo muy rápidamente: "No, está aquí".

Aunque la habitación de al lado ha sido limpiada, es inevitable que no se haya disipado algún olor.

Qin Shu no continuó persuadiéndola, sino que enrolló la colcha de la cama y la arrojó dentro.

Se sentó en el taburete al lado de la cama, abrió el cajón y sacó la bolsa de almacenamiento de acupuntura.

Xie Lanzhi se quitó las botas militares, subió las piernas y se tumbó relajado en la cama.

Una vez que se matriculó en la carrera de medicina, Qin Shu parecía ser una persona completamente diferente, con una actitud empresarial.